TAMAULIPAS.- Sin duda, la PANDEMIA DE COVID-19, nos afectó tanto física como psicológicamente, aún a aquellas personas que no se contagiaron por el virus, pero que sí vivieron dos años de encierro provocado por los esfuerzos para contener y frenar la propagación del virus.
El distanciamiento físico, la enseñanza a distancia, el trabajo desde el hogar, el desempleo de integrantes de la familia, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con nuestros seres queridos y amigos, nos pasaron factura.La fragilidad e importancia de nuestra SALUD MENTAL quedó evidenciada y prendió las alarmas del sistema salud y educativo, principalmente.
Ante esta pandemia, la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, en 2020, introdujo en la educación básica, de manera intempestiva, un contenido denominado “VIDA SALUDABLE”, para atender temas de nutrición, hábitos de ejercicio físico y salud mental.
Mientras que, la SECRETARÍA DE SALUD, implemento programas de atención a problemas mentales, e incluso, reformó y/o adicionó diversos artículos del capítulo de salud mental de la LEY GENERAL DE SALUD, con diversos contenidos; entre ellos, el relacionado con combatir los estereotipos u otras ideas o imágenes ampliamente difundidas, sobresimplificadas y con frecuencia equivocadas sobre la población que requiere de los servicios de salud mental y adicciones. A través de PROGRAMAS DE CAPACITACIÓN para profesionales de la salud mental, profesorado y autoridades educativas; campañas de comunicación social para ENFATIZAR UNA IMAGEN RESPETUOSA de la dignidad y los derechos humanos de la población que requiere de los servicios de salud mental y adicciones; PROGRAMAS EDUCATIVOS EN SALUD MENTAL con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género para familias, escuelas y centros de trabajo; entre otros.
Uno de rubros más preocupantes es el de la pérdida de la vida por LESIONES AUTOINFRINGIDAS O SUICIDIOS. En 2021, las estadísticas de mortalidad reportaron que del total de fallecimientos en el país (Un millón 93 mil 210), 8 351 fueron por lesiones autoinfligidas. Esto representa una tasa de suicidio de 6.5 por cada 100 mil habitantes. De los decesos por esta causa, destaca que los hombres tienen una tasa de 10.9 suicidios por cada 100 mil (6 mil 785). La tasa para las mujeres es menor: 2.4 por cada 100 mil (mil 552).
En Tamaulipas, las cifras de suicidios, en 2021, ascendieron a 202; siendo la cohorte de 15 a 19 años, la de mayor incidencia, con 28 fallecimientos.
Ante este preocupante panorama, es BIENVENIDA la iniciativa con PROYECTO Decreto mediante el cual se expide la Ley de Salud Mental para el Estado de Tamaulipas, presentada por la Diputada Casandra Prisilla De los Santos Flores (MORENA), el pasado 11 de octubre. A esta iniciativa se adhirió el grupo parlamentario de MORENA y el DIP. GUSTAVO ADOLFO CÁRDENAS GUTIÉRREZ. Aún en estudio en comisiones.
En el documento, DE LOS SANTOS FLORES expone que, si bien es cierto, la de Ley de Salud en nuestro Estado, contempla lo relativo a la Salud Mental, es necesario expedir una LEY DE SALUD MENTAL PARA EL ESTADO DE TAMAULIPAS, con lo cual coincido. Es importante que las acciones de atención a la salud mental, también contribuyan a ELIMINAR ESTEREOTIPOS Y LA DISCRIMINACIÓN de quienes padecen estas enfermedades.
Además, como se expone en el documento, se ampliará la atención para todos los Municipios que forman parte del Estado, y se impulsará la creación de la infraestructura clínica y hospitalaria necesaria para atender a quienes sufren algún padecimiento mental.
De igual manera, es importante considerar que para lograr que la población CONSERVE LA SALUD MENTAL, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de ACCIONES DE SALUD PÚBLICA, para prevenir, tratar y rehabilitar.
Bienvenidas estas iniciativas sobre una problemática de atención urgente: las ENFERMEDADES MENTALES, LA PANDEMIA POSPANDEMIA.
¿Usted, qué opina?
Correo: nohemiarguello@gmail.com