La pandemia ocasiono una contracción severa en la economía mundial y en la mexicana, ésta se contrajo un 8.2% durante 2020 y aunque tuvo un repunte de 4.8% en 2021 y las estimaciones de crecimiento para este año, de acuerdo con Gabriela Siller directora de análisis económico del Grupo Financiero Base, será de 2.7 % para este año aún deja al Producto Interno Bruto (PIB) por abajo del que se generaba en 2019. También generó inflación, que posteriormente la invasión y guerra en Ucrania no ha permitido su recuperación.
Durante el año hemos escuchado que corremos el riesgo de una recesión. De hecho, para los EE. UU. no es un riesgo la recesión es un hecho.
Pero ¿Qué es la recesión?, es una fase del ciclo económico, este ciclo consiste en expansiones que se llevan a cabo en muchas de las actividades económicas más o menos de forma simultánea, estas expansiones son seguidas por recesiones y contracciones debido a diversas razones, como saturación de mercado, eventos meteorológicos (huracanes, inundaciones), sanitarios como la pandemia de COVID, o como ahora, la guerra en Ucrania, para que luego se den recuperaciones en la mayoría de las actividades en general, que coinciden en la fase de expansión del ciclo siguiente.
Fue en 1863 que el francés Clement Juglar demostró estadísticamente que las crisis no eran fenómenos aislados, sino parte de una fluctuación cíclica de la economía, sin embargo, no son posibles de predecir.
Entonces la recesión es la disminución de las actividades económicas durante un período de tiempo, y esto forma parte del ciclo económico. Suelen ser momentos de incertidumbre y dependiendo de la magnitud el desempleo y la crisis suelen aumentar y el poder adquisitivo de las personas se ve disminuido.
Actualmente, la alta inflación (este año en México vamos a terminar con alrededor de 8.5%) que genera mayores precios y provoca la subida de las tasas de interés para su control (la Fed de los EE. UU. la incremento en 75 puntos base el día 2 de noviembre), lo que hace el dinero mas caro, empujan hacia un menor consumo y por lo tanto frenan la economía.
Sin embargo, el panorama no luce tan malo como pareciera. Este año la economía mexicana va a crecer mucho mas de lo esperado, crecerá alrededor de un 2.7% contra 2.1% que era el estimado por la encuesta del Banco de México, esto ocasionado por el dinamismo del mercado interno, (la economía creció un 1.03% durante el último trimestre), aunque las remesas de dinero recibidas han sido el factor más importante para este crecimiento.
Y es que su crecimiento no es cosa menor, en 2019 se recibieron 36.4 miles de millones de dólares por este concepto, y este año se esperan recibir 58.5, un incremento del 60.7%, para el próximo año habrá una desaceleración en su envío, pero habrá un crecimiento del 7% de acuerdo con los estimados de BBVA, dependerá de lo profundo y largo de la recesión en EE. UU.
Para el próximo año, los pronósticos eran de un crecimiento del 1.6%, habrá una caída provocada por la recesión, sobre todo en los Estados Unidos, sin embargo, dado el desempeño del mercado interno, se puede esperar un crecimiento del 2%.
El gran reto es y será la inflación, que el FMI estima en 6%, y el Banco de México la estima en 5.1%, aunque es una disminución importante contra el 8.1% estimado para este año, seguirá muy por arriba del 4% aceptado dentro de lo normal.
Algo que no debe pasar desapercibido es el incremento en las tasas de interés de la Fed en los Estados Unidos que alcanzo el 4% en el año, y comparándolo con la inflación esperada de 8.2% aún hay un déficit entre los rendimientos contra la inflación. En México la tasa de referencia está en 9.25% y si el Banco de México sigue el patrón de la Fed subiendo 0.75% la tasa llegará al 10%, esto significa que estará pagando por encima de la inflación un 1.8%, lo que hará mas atractivo traer capitales a México.
En conclusión, en el futuro inmediato se ven retos importantes, específicamente en el tema de la inflación que rondará el 6%, el crecimiento estará en el tradicional 2%, soportado en buena medida por las remesas, las tasas de interés estarán altas y se mantendrán ahí o incluso se incrementarán dependiendo del comportamiento de la inflación. Con todo, la recesión pareciera no ser muy profunda ni larga. Nosotros, en casa seamos cautos en cuanto a nuestros gastos, la recesión nunca avisa que sorpresa nos tiene.
POR FRANCISCO ASÍS