Claudio esperaba desde hace meses la temporada del Buen Fin, para comprarse un nuevo teléfono celular.
Todavía faltaban 10 días para ese momento, cuándo a su correo electrónico le llegó una promoción de cierta tienda en línea. En está le ofrecían un teléfono de muy alta gama a un precio muy reducido, y lo mejor de todo era que no podía pagar a meses sin intereses.
Cayo no lo pensó dos veces y se ‘encharcó’ de inmediato con el deseado teléfono.
Tres días después le llegó un paquete a su casa con su nuevo celular, y eso que todavía no empezaba el ‘Buen Fin’.
Pero para su mala suerte el teléfono solo funcionó dos días, y después ya no encendió.
Se comunicó al sitio de compras y tras un laberinto de extensiones lo atendió una persona con acento centroamericano.
Para no hacerte el cuento más largo, resultó que el teléfono estaba bien barato porque era ‘remanufacturado’, O sea que traía detalle desde que lo ofrecían en venta cuenta Claudio al Caminante.
– ¿Y que hiciste?
– Exigí una devolución, pero me dijeron qué en el caso de aparatos de ese tipo no se podía hacer, y que eso venía en el contrato con las famosas ‘letras chiquitas.
Lo qué le pasó a Claudio es uno de los tantos casos de publicidad engañosa que inundan las redes sociales y los sitios de compra de internet.
Vladimir también pasó por un momento incómodo al hacer una compra.
El tenía el deseo de adquirir cierto perfume, sin embargo esa marca solo la manejaba una tienda departamental de la ciudad. La navidad pasada, la fragancia se cotizaba en $2700. En mayo volvió a cotizar, y había subido a $2850, Vladimir se olvidó por el momento, de comprar ese perfume, pues entre la graduación de su hija mayor y el regreso a clases de los dos menores acabó prácticamente ‘desplumado’.
A finales de octubre volvió a checar el precio de la deseada botellita, que ahora ostentaba un valor de $3,200 lo cual lo dejaba fuera de sus posibilidades.
Pero a mediados de esta semana entró al sitio de esa tienda departamental y descubrió que el perfume había bajado a $2700.
– Yo dije pues está igual que la Navidad del año pasado, pues está buena la rebaja ¿no? y ahí voy a ensartarme yo solo, mi compa – relataba Vladimir al vago reportero.
– ¿Pero porque ensartarte tu solo? si de $3,200 bajó a $2,700, es un ahorro de 500 pesos, ¿no?.
– Pues resulta que esos son precios publicados en internet, pero en la tienda siempre estuvo en oferta a ese mismo precio, ¡osea qué fue una oferta fantasma solo para hacerme gastar!
Este tipo de trucos se presentan cada año en esta temporada.
Pero no solo en tiendas departamentales o sitios de internet, tambien en locales comerciales a bordo de banqueta.
Deyanira caminaba por una céntrica calle de la capital y un letrero en una tienda de importaciones chinas llamó su atención: ‘30% de descuento en toda la tienda’ se leía en el letrero.
La mujer entró al lugar y lo primero que vio fue un pino de navidad, que tenía un precio normal de $1,200. Haciendo cuentas, el arbolito terminaría costando $840, lo cual le parecía una magnífica oferta.
Deya habló con una de las muchachas que trabajaban ahí y le dijo que quería llevarse un pino aplicando la promoción.
– ¿Adivina qué me dijo la señorita?
– ¿Que ya no está vigente la oferta?
– Nombre, me dijo qué los pinos no estaban incluidos en la oferta solamente ‘la mercancía’, y yo le dije ‘pues un pino de Navidad es mercancía’ y ella respondió que solo aplicaba en mercancía de los pasillos.
– ¿No había algún letrero que dijera “excepto en pinos de Navidad”?
– Nada, luego llegó un señor que se veía así como asiático, y empezó a levantarme la voz ya manotear, casi no se le entendía lo que hablaba pero si alcance a escuchar ‘ratera’, imagínate y luego para ‘mis pulgas’.
Estas y muchas otras transas suelen ocurrir en el Buen Fin.
La Profeco ya tiene identificadas estas técnicas de engaño que son: insertar restricciones o advertencias en letras “chiquitas” y en contraste de colores que impide su fácil lectura. Utilizan la frase “aplican restricciones”, pero no informan cuáles son. Refieren que las imágenes son de carácter ilustrativo y otras muchas mas.
Si usted es víctima de estas transas llame al teléfono del Consumidor que es el 5555688722 o al 800-468-8722, o denuncie a través de correo electrónico.Dependiendo el tipo de denuncia que se quiera realizar, tendrá que enviar un mail a una dirección.
si son establecimientos comerciales: denunciasprofeco@profeco.gob.mx
Combustibles al correo denunciasgasolina@profeco.gob.mx
Publicidad engañosa, denunciapublicitaria@profeco.gob.mx
Servicio de telecomunicaciones: denuncias.telecom@profeco.
Póngase ‘buzo’ y no deje que le den gato por liebre. Demasiada pata de perro por esta semana.
Por JORGE ZAMORA