CIUDAD DE MÉXICO .- Hay diversos alimentos y otros productos que podrían estar afectando seriamente el funcionamiento de tu cerebro, en especial a tu memoria, por ejemplo las bebidas azucaradas, los alimentos procesados, la grasas saturadas, el alcohol y los carbohidratos refinados. Además, una vida sedentaria y un descanso insuficiente, también podrían pasarle factura a tu cerebro en un futuro no tan lejano.
El alcohol
Es un depresor del sistema nervioso central y forma parte de los sedantes. Lo que hay en bebidas como el ron o el whisky es etanol, mejor conocido como alcohol etílico; al consumirlo es evidente la falta de inhibición, así como algunas alteraciones en la conciencia. Sin embargo, a largo plazo el consumo de este producto podría afectar la producción de neurotransmisores y causar la pérdida de memoria, ya que afecta el funcionamiento de las neuronas del hipocampo, área del cerebro que se encarga de ir generando nuevos recuerdos.
Las bebidas azucaradas
No es nuevo señalar que el azúcar puede afectar tu memoria. Las altas cantidades de glucosa en la sangre podrían causar demencia e incluso aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes. Por ello es importante disminuir el consumo de refrescos, jugos saborizados o bebidas energizantes. El consumo de azúcar en exceso afectaría el volumen de tu cerebro así como del hipocampo, que como ya se había mencionado tiene la función de retener información.
Carbohidratos refinados
Hay otros alimentos como el pan blanco, el arroz blanco, cereales y galletas que también deberías eliminar de tu dieta, ya que en su procesamiento han perdido algunos de sus nutrientes, como la fibra, de esta manera cuando entran a tu organismo provocan un alza de azúcar en la sangre, lo que puede inflamar el hipocampo. Las personas con dietas altas en carbohidratos además tienen altas probabilidades de padecer demencia.
Las bebidas azucaradas o el pan blanco pueden afectar tu memoria.
Alimentos ultraprocesados
Al igual que los carbohidratos refinados, también pueden causar demencia, ya que inflaman y aumentan la presión sanguínea, que a largo plazo podrían dañar el encéfalo. Así que es recomendable evitar carnes procesadas, lácteos azucarados, postres, pizzas, y otros snacks.
Grasas saturadas
Se hallan principalmente en alimentos de origen animal, como las carnes rojas, los lácteos, el aceite de palma, las frituras, ya que tienen un alto grado de grasas saturadas y pueden provocar la acumulación de placas en tu cerebro. En ese sentido, se recomienda el consumo de pescado, pollo y por su puesto de verduras. Al final una dieta con menos grasas saturadas mejorará el rendimiento cognitivo. También se asocian a enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad. Eso causa un debilitamiento del sistema nervioso, del trabajo de las neuronas, la plasticidad se reduce y por ello las personas pueden presentar daño en su memoria.
Con información de Heraldo de México.