El 14 de diciembre de 1859 durante el gobierno de Benito Juárez, se firmó por Milligan McLane y Melchor Ocampo en la ciudad de Veracruz, el “Tratado de tránsitos y Comercio” entre los Estados Unidos y México, que en dos de sus artículos decía: Primero.
Por vía de ampliación del artículo octavo del tratado del 30 de diciembre de 1853 (La Mesilla), cede la República Mexicana a los Estados Unidos y sus conciudadanos y bienes, en perpetuidad, el derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec, de uno a otro mar, o por cualquier camino que actualmente exista o existiese en lo sucesivo.
Séptimo México concede por la presente a los Estados Unidos a perpetuidad y a sus ciudadanos y propiedades, el derecho de vía o tránsito. Lo anterior refleja la importancia geopolítica y geoestratégica de esta parte de México y el apetito por su control por parte de los EE. UU.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, se instaló un ferrocarril que unió los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, la cual se inauguró en 1907, En sus primeros años de operación la carga interoceánica pasó de 350 mil 233 toneladas en 1908 a 850 mil 827 en 1913. Sin embargo, a raíz de que el canal de Panamá comenzó a operar el 15 de agosto de 1914, la cantidad de carga a transportar se fue reduciendo hasta 1922, su último año de operación donde solo transporto solo 45 ton.
La línea de ferrocarril estuvo concesionada a Ferrocarril Chiapas Mayab subsidiaria de Genesee & Wyoming quien renunció a su concesión en 2007. Durante las administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox trataron de revivir este proyecto, pero la oposición de los lugareños impido su reactivación.
Durante la administración de Enrique Peña Nieto se instaló un gaseoducto para llevar gas a Coatzacoalcos y de ahí a Salina Cruz. Esta administración esta retomando el proyecto el cual consiste en la modernización de las carreteras y construcción de otras vinculantes, la doble vía de ferrocarril para carga y pasajeros, instalación de red de fibra óptica, modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz Instalación de parques industriales en el corredor del istmo y creación de una zona franca y cuyo principal objetivo es transportar 1.4 millones de contenedores de 20 pies anualmente y generar 500,000 empleos.
El proyecto de la actual administración consiste en modernizar el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, modernizar los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, fortalecer la infraestructura carretera y de caminos rurales, así como la construcción de un gaseoducto para abastecer a empresas y a consumidores domésticos. Además, a lo largo del Istmo se tenderá una línea de fibra óptica para fortalecer la conectividad digital de la región. Así como un tren de pasajeros.
El costo del proyecto estimado hasta ahora es de alrededor de 50,000 millones de dólares. Los beneficios del proyecto pueden ser muchos, el canal de Panamá ya está saturado y se ve difícil que pueda incrementar su capacidad de manejo de buques, sobre todo los de gran tamaño, que ya son el 37% de la flota mercante Sin embargo, este proyecto tampoco ha carecido de rechazo por parte de las comunidades por donde se está construyendo, los pobladores de diferentes ciudades han parado las obras pues se quejan de que no los han tomado en cuenta, que invaden sus propiedades sin previo aviso y que no los han indemnizado por sus tierras.
Ejemplo ejidatarios de la agencia de San Juan Guichicovi, Estación Mogoñé, La comunidad El Jordán, que pertenece al municipio de Santo Domingo Tehuantepec, o en Rincón Viejo, municipio de Santa María Petapa, Ciudad Ixtepec, San Blas Atempa y Santa María Mixtequilla. Además, los trabajos iniciaron sin la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental del Proyecto, lo que originó múltiples protestas no solo de los ambientalistas, sino también de los lugareños.
El 21 de mayo, la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat autorizó el estudio de impacto ambiental que contempla los tramos tres, cuatro y cinco de las vías ferroviarias que corren de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, Veracruz. Aun así, la opinión de los ambientalistas es “la destrucción de la gran diversidad natural y de las culturas originarias que conviven en la región del Istmo de Tehuantepec”.
El gobierno ha anunciado que el proyecto se terminará en 2023, va a depender mucho de que no se siga atrasando por los paros causado por los pobladores inconformes por las soluciones que les ofrece el gobierno y por la asignación de recursos para expeditar la obra. Un ejercicio interesante será comparar los beneficios obtenidos tanto en términos económicos como para la población una vez concluida la obra, en términos de pobreza laboral y de ingresos per cápita, en la zona se ven realmente beneficiados.