En el cruce de las ideas como en el cruce de los sueños se arrastran los simbolismos, las cosas que pasan a nuestra mirada por las venas de la mente, que se ramifica en todos los sentidos que el arte propicia, avienta como si pasara un viento feroz sobre el Árbol de la Creación.
Al tiempo, y esto es como el teclado de un piano y el sonar escalando de una lira, los artistas maduran y dejan caer sus frutos en el pasto inédito de nuestros ojos.
Natalia Rocafuerte, que pasó por mi taller como un viento de sueños ahora es una artista envuelta en esos sueños que ha madurado el tiempo. Su padre músico, Francisco Rocafuerte y su madre Olga Méndez Surur, contribuyen a ese despertar de una artista que conocí muy joven y que ahora vaga y divaga en la atmosfera del arte en los Estados Unidos, donde fortalece su formación y sus sueños.
Invade todos los terrenos que encuentra su andar de sueños, porque hay que soñar para pintar, tomar fotografías, hacer objetos, invitación a otro sueño, no predispuesto, la obra de arte.
He seguido su trayectoria desde su ingreso a la escuela de arte en el país vecino. Parece un relámpago cuando imprime el color, y captura ideas, de sueños hechos color, tinta, videos como si entrara en un “Fluxus” en una combinatoria que la acerca a la poesía y lo que algunos críticos llaman “Visual Poetry”, aleación entre lo gráfico y lo lingüístico, entre la palabra y el objeto.
Natàlia Rocafuerte es una artista originaria de Ciudad Victoria porque su madre Olga Méndez Surur es tamaulipeca, y su trabajo artístico va en ascenso, quiero pensar que en el arte se asciende y desciende siempre. Buscar para encontrar, y Natalia Rocafuerte, como su apellido es una roca que estalla como un “troll” de ideas, de cosas, expresiones que involucran lo teatral-poeto, lo visual poético, y pictórico.
He escrito de Natalia que “Se multiplica el poema como una mariposa sus alas en el viento como un mar de olas que nos dicen adiós a cada instante como un ruido de cristales de agua en los muros de la lluvia como tus ojos que lloran y se multiplican en silencio…” Una joven artista, atrevida, que vive el estruendo del arte de nuestros días con una pasión indomable. Presentamos a ustedes algunas obras, novísima y fuerte artista de nosotros.
Por Alejandro Rosales Lugo
