8 diciembre, 2025

8 diciembre, 2025

Tendrán migrantes una triste Navidad

Lo dejan todo en su país, apuestan la vida y al llegar a la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos quedan a la deriva, enfermos, sin dinero, con serio daño mental y solos en plena temporada decembrina

Los venezolanos que abandonan su país en crisis para buscar en Estados Unidos el “sueño americano” invierten miles de dólares en una larga travesía desde Colombia hasta Tamaulipas, enfrentan graves peligros y algunos pagan cara la osadía y “mueren en el intento” a metros de pisar tierra estadounidense.

Una vez que deciden apostarlo todo para dar a sus familias una vida mejor, los venezolanos, pero también otros sudamericanos, asiáticos y hasta europeos, inician su aventura con emociones fuertes al internarse en el selvático Tapón de El Darién que comparten Colombia y Panamá.

Quien quiera abreviar la semana en promedio que lleva atravesar la zona, evitar pantanos, ríos caudalosos, caídas, picaduras de insectos o animales ponzoñosos, violaciones o asaltos debe pagar un viaje en lancha por la costa de Panamá que cuesta por lo menos 300 dólares.

La opción no está exenta del riesgo para bebés y niños por la alta velocidad a que se desplaza el navío en plena oscuridad y con actividad de narcotráfico a bordo.

Alguien que elige atravesar a pie El Darién y tiene la mala suerte de romperse una pierna entre las rocas, deberá pagar 5 mil dólares para salir con vida de la jungla y continuar.

La ruta en sus 2 opciones es transitada además de los venezolanos, por ecuatorianos, chinos, cubanos, haitianos, hindúes, entre otros. Guías, transporte acuático y terrestre les puede llegar a costar hasta 10 mil dólares y sin garantía alguna, pues es común que grupos de migrantes sean abandonados a su suerte a mitad de la selva después de caer en redes de delincuentes que ofertan “nuevas rutas”.

Al no contar con capital, hay los que se resignan a dejar sus huellas a lo largo de más de 3
mil 500 kilómetros de camino que incluye 9 países: Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Belice, Guatemala y finalmente México, antesala de la meta Estados Unidos.

De enero a hoy, más de un 70 por ciento de estos peregrinos es de venezolanos y también son mayoría en fronteras tamaulipecas como Reynosa. Migrantes de otras nacionalidades que salen desde Colombia también arriban a esta frontera, Matamoros, Nuevo Laredo y Miguel Alemán, entre otras.

Tan solo en Reynosa están varados más de 8 mil migrantes. Los haitianos desesperados por ingresar a Estados Unidos y labrarse un mejor futuro que en su país, son de la misma manera nicho de mercado de servicios como este publicado en la red social de internet Facebook: “Si estas en Haití yo te puedo ayudar a conseguir una visa de México 1) tienes que trabajar 2) usted debe tener un negocio legal 3) Si no los tienes nosotros te podemos ayudar Escríbeme al WhatsApp +529621546093 Nuestra dirección es México Reynosa”.

A miles de kilómetros de su patria y expulsados a Reynosa después de que ya habían ingresado a Estados Unidos, cientos de venezolanos reciben todo tipo de asistencia. Como la que este viernes un grupo de estudiantes les llevó a ellos y migrantes en general al refugio de Senda de Vida.

“Fue el cierre de nuestro Servicio Social, mis compañeros y yo estamos cursando la Licenciatura en Psicología (en la Universidad Tamaulipeca), se nos presentó la ide y fuimos voluntarios; estuvimos alrededor de 10 días y hoy finalizamos con un pequeño convivio con los niños migrantes”, informó a EXPRESO Dafne Villalón.

En un video que publicó en su cuenta de Facebook se observa a los pequeños participar en rondas infantiles, todos bien abrigados.

“Hola a todos, como saben, estoy haciendo mi Servicio Social en el refugio de Senda de Vida, que es prácticamente un lugar donde llegan los migrantes, y tienen mucha necesidad, más que nada lo niños, les quiero pedir de su ayuda y más que nada ellos son quienes lo necesitan, si tienen ropita, zapatos, sandalias, calcetines, lo que ya no quieran o necesiten que gusten donarlo de todo corazón, se los agradecería bastante”, llamó la estudiante a los reynosenses, porque no hay dinero ni programas ni apoyo que alivie totalmente las penurias de los migrantes chicos y grandes.

Otras de las actividades humanitarias de las últimas horas fue un servicio religioso con música incluida encabezado por el autodenominado Profeta Alex Domínguez, que el alma y el espíritu “migrantes” igual necesitan ser alimentados.

“Se llevó alimento para más de 1,500 personas y logramos abastecer todo”, publicó en su Facebook. Por su parte autoridades como el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes informó que en Reynosa se habilitaron como albergues la Casa del Adulto Mayor, Centro de Adicciones Juveniles y el Polideportivo, para que los migrantes se protejan del frío y la lluvia.

Las autoridades mexicanas confían en que Estados Unidos elimine la aplicación del Título 42 que regresó a la frontera tamaulipeca y de Coahuila a miles de venezolanos que ya llevaban semanas o meses “del otro lado” y solicitaban asilo.

Así de una vez por todas los migrantes varados acá podrían cruzar de nuevo la frontera y hacer allá su trámite, Este puede costar hasta 10 mil dólares si se contratan los servicios de abogados expertos en migración.

En vísperas de las fiestas decembrinas, venezolanos y otros sudamericanos sólo tienen en mente que se abra la frontera estadounidense a su esperanza de un futuro mejor. “Para ellos sería el mejor regalo de Navidad”, dice con emoción la futura psicóloga Dafne Villalón. Si lo hubiera, hay algunos venezolanos que ya no podrán recibir ese presente. Como Jorge Antonio Arispe Sierralta, de 27 años y nativo del Estado de Lara, desaparecido el 10 de agosto de 2022 en las aguas del río Bravo, en Reynosa, hasta donde había llegado después de sobrevivir al recorrido de más de 3 mil kilómetros.

Por Magdiel Hernández

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