CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Desde el pasado 10 de enero, la cifra de periodistas asesinados en México, sólo ha incrementado mes a mes, hasta llegar a 15 en agosto, aún con el último cuatrimestre del año por delante y la incertidumbre de si este será el número con el que 2022 se corone como el más mortífero para la libertad de expresión en el país.
Hasta ahora, 2017 había sido el año con más periodistas asesinados en relación a su actividad profesional, con un total de 12, según datos de la organización Artículo 19; pero la cifra se superó este año el pasado 3 de agosto, cuando Ernesto Méndez fue asesinado en Guanajuato.
“Al día de hoy no hay nada que nos haga pensar que estamos más seguros trabajando”, declaró la Alianza de Medios MX el pasado 29 de junio, al condenar el homicidio de Antonio de la Cruz, periodista de Tamaulipas, cuyo ataque también cobró la vida de su hija de 23 años de edad.
Y como este, el posicionamiento de rechazo a la violencia de la que el gremio ha sido objeto, ha sido claro por parte de la Alianza. “(La ya elevada cifra de 11 periodistas asesinados) es inaceptable en un país que presume contar con un Estado de Derecho fuerte”, dijo en torno a los asesinatos de Yesenia Mollinedo y Johana García en Veracruz, perpetrados a inicios de mayo.
Para la Alianza de Medios MX, “la combinación de hostigamiento judicial con asesinatos de comunicadores nos da como resultado un clima enrarecido para ejercer el periodismo pocas veces visto en México”, por lo que ha hecho un llamado a “cortar de tajo este círculo de violencia que pretende acallar las voces críticas y limitar la libertad de expresión a conveniencia de grupos de interés, violentos, a quienes conviene que la sociedad no ejerza su derecho a estar informada”.
El resultado de esta violencia contra el periodismo “también se expresa en zonas de silencio, porque medios e informadores deciden autocensurarse bajo amenazas encubiertas, sobre todo ante la certeza de saberse indefensos”.
¿Quiénes son los periodistas que han sido asesinados este 2022?
Fredid Román, en Guerrero
El director y propietario del periódico “La Realidad”, medio de Chilpancingo, Guerrero, fue asesinado a balazos el 22 de agosto, cuando se encontraba a bordo de su vehículo en la colonia Progreso, de la capital guerrerense.
Fredid Román, a sus 50 años de edad, era un conocido periodista en la región en la que nació, vivió y murió.
Se inició como reportero de nota roja en El Diario, con Rogerio César Armenta y después migró al periódico Pueblo, y también fue corresponsal de Quehacer político, según recordó el propio Román en una entrevista que le hizo un medio local en febrero pasado.
Fue director de los diarios Palabra y Expresión Popular, hasta que finalmente decidió fundar su propio periódico impreso.
El día de su asesinato, testigos indicaron que Román acababa de salir de impartir unos talleres en esa zona y que el homicida ya lo esperaba. Horas antes, el periodista publicó su última columna, la cual se tituló “Crimen de Estado sin culpar al jefe”, en la que denunció una tibia investigación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador del caso Ayotzinapa y posteriormente emitió un vídeo en directo de un acto de la gobernadora Evelyn Salgado.
Los paramédicos que acudieron a la escena del crimen sólo confirmaron que ya no contaba con signos vitales, por lo que las autoridades procedieron al levantamiento del cuerpo.
La Fiscalía de Guerrero señaló que investigan la posible relación del crimen del periodista con el asesinato de su hijo el 1 de julio, y por el cual Román venía exigiendo justicia.
Juan Arjón, en Sonora
El comunicador sonorense de 69 años permaneció desaparecido por una semana, desde el 9 hasta el 16 de agosto.
“Juanito” Arjón, como era conocido en redes, fue integrante del Grupo de Comunicadores y Periodistas Independientes (GCPI) y se hizo de una larga trayectoria dentro de algunos medios de comunicación de la zona fronteriza de San Luis Río Colorado, municipio ubicado entre el Gran Desierto de Altar y el estado de Baja California.
Al séptimo día de su desaparición su cuerpo fue localizado en la carretera que lleva al poblado Luis B. Sánchez, al norte de Sonora, a 15 metros de la cinta asfáltica.
La causa de muerte de Arjón fue traumatismo craneoencefálico por un golpe contuso, según reveló la autopsia realizada al cuerpo del periodista y dada a conocer por la Fiscalía estatal.
Un día después de confirmada su muerte, la Fiscalía de Sonora confirmó que aseguró un automóvil que podría estar relacionado con el crimen contra el comunicador; un vehículo Toyota Tacoma, color blanco, con reporte de robo en Salinas, California, Estados Unidos, en cuyo interior se encontraba un arma de grueso calibre.
Ernesto Méndez, en Guanajuato
Eran alrededor de las 11 de la noche del martes 3 de agosto, cuando un grupo armado irrumpió en el bar ubicado en la colonia Vista Hermosa, en avenida Ferrocarril, esquina con Libramiento Sur, en el municipio de San Luis de la Paz, en Guanajuato, y disparó en contra de seis personas, perdiendo la vida cuatro de ellas, entre quienes se encontraba el periodista.
Ernesto Méndez celebraba en el bar de su propiedad, con familia y amigos el haber obtenido una de las concesiones entregadas para la Feria del Noroeste, un evento organizado por Mendez junto con otros empresarios, de acuerdo con versiones de Zona Franca.
Las autoridades abrieron cuatro líneas de investigación por el asesinato, una de ellas relacionada a su trabajo como comunicador. Méndez colaboró en diferentes medios locales, entre ellos el Periódico Correo, Zona Franca, además de ser director del periódico “Tu Voz”.
¿En qué va la investigación? La extorsión a su negocio familiar habría sido la causa del asesinato del periodista, según señaló el subsecretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el pasado 11 de agosto. Roberto, alias “El Borrachito”, de 22 años de edad, fue vinculado a proceso como el presunto asesino, ya que se le consideraba como un objetivo criminal por ser el líder de una célula de choque que opera en el noroeste de Guanajuato.
Antonio de la Cruz, en Tamaulipas
La mañana del 29 de junio, el reportero del diario Expreso ya había dejado a su hija mayor en el trabajo, y al regresar a su domicilio se disponía a hacer lo mismo con Cynthia, la menor, cuando fue atacado por sicarios.
En el fraccionamiento Puertas de Tamatán, de Ciudad Victoria, Tamaulipas, le dispararon a Antonio de la Cruz, primero directo al parabrisas de su camioneta, después, uno de ellos accionó su arma calibre .40 milímetros en la puerta del conductor dejándolo sin vida.
Una de las balas que le atravesó el cuerpo de Antonio se incrustó en la cabeza de su hija, quien días después falleció en un hospital de Ciudad Victoria.
De la Cruz fue reportero en varios medios de la capital y se desarrolló por más de 20 años en el diario El Expreso, también colaboraba para Movimiento Ciudadano y era crítico del anterior gobierno.
Un día antes de ser privado de la vida, Tony, como lo decían familiares y amigos, subió un boletín de prensa sobre la participación del diputado local por Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, a quien le llevó por años temas de comunicación en distintos cargos públicos.
También publicó una nota informativa sobre una banda dedicada al robo de tarjetas de débito a adultos mayores en Ciudad Victoria; denunció también la falta de asignación de 600 plazas para trabajadores de la salud, compra a sobreprecio de insumos médicos para la pandemia de Covid-19, contratos millonarios con empresas fachada y presuntos actos de corrupción.
¿En qué va el caso? La misión de los sicarios era acabar con su vida, eso lo tienen claro las autoridades, pero a dos meses del asesinato del periodista Antonio de la Cruz, su esposa Emelia Martínez y sus hijas Paola y Melisa salieron de Tamaulipas ante la indefensión en la que quedaron. Desde que la FGR atrajo el caso, el mismo día en que de la Cruz fue atacado a balazos, no hay detenidos y se desconocen los avances de la investigación para dar con los autores intelectuales y materiales de los homicidios.
Luis Enrique Ramírez, en Sinaloa
Se supo del asesinato del director fundador del sitio de noticias Fuentes Fidedignas y principal columnista de El Debate la mañana del jueves 5 de mayo, luego de que sujetos a bordo de un automóvil dejaran el cuerpo del periodista al sur de la colonia Antorchista, en Culiacán.
Luis Enrique Ramírez forjó una carrera como periodista por 40 años; fue reportero de la sección cultural de La Jornada en los años 90, después colaboró para la revista Milenio en el equipo de Ignacio Rodríguez Reyna, posteriormente regresó a su natal Sinaloa, donde se desempeñó como periodista de El Sol y El Debate. También colaboró con El Universal, La Jornada, El Financiero, entre otros medios. También publicó dos libros: La muela del juicio (editorial Conaculta) y La ingobernable; encuentros y desencuentros con Elena Garro (editorial Raya en el Agua).
Ramírez “era uno de los grandísimos entrevistadores y cronistas de este país”, consideró Consuelo Sáizar de la Fuente, ex titular de Conaculta.
La autopsia reveló que el periodista murió debido a un traumatismo craneoencefálico, por golpes contusos.
¿En qué va la investigación? El 27 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el caso estaba “prácticamente resuelto”; una semana y media después, el 6 de junio, la Fiscalía de Sinaloa descartó que el móvil del crimen del periodista Luis Enrique Ramírez se haya debido a su actividad profesional.
Sin embargo, fue hasta el 21 de julio que el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana Ricardo Mejía Berdeja, informó que fue detenida y vinculada a proceso Brysia Carolina “F”, señalada del delito de encubrimiento por favorecimiento. La mujer obtuvo el pasado 9 de agosto un beneficio de ley para llevar el proceso fuera de prisión.
Yesenia Mollinedo y Johana García, en Veracruz
Los municipios de Cosoleacaque y Minatitlán pintaban para ser uno de los polos de desarrollo más grande en el estado de Veracruz, pero contrario a ello, se convirtieron en el principal foco rojo de inseguridad para periodistas en el estado, según reporteros.
En Cosoleacaque, el 9 de mayo, asesinaron a Yessenia Mollinedo Falconi, directora del periódico Veraz y la reportera del mismo medio, Sheila Johana García Olvera.
Yesenia Mollinedo Falconi había comunicado a su madre que sentía miedo, que había recibido amenazas por teléfono y personas sospechosas memorizaban sus rutas de trabajo.
Sheila Johana, por su parte, no estudió periodismo pero el oficio le regalaba nuevas oportunidades, pues la mujer de 33 años se alejaba del alcoholismo y se acercaba a sus tres hijos menores de edad con quienes no vivía pero disfrutaba los fines de semana en el cine, según han contado familiares de la reportera.
La mañana del 9 de mayo, Yesenia conducía un vehículo que recientemente había sacado del taller mecánico. En un grupo de WhatsApp reportaron el aseguramiento de armas en Minatitlán y la detención de tres personas. Ella le pidió a Sheila que la acompañara a cubrir la noticia.
Horas más tarde las dos regresaron a Cosoleacaque y se estacionaron en un OXXO de la colonia Cerro Alto, donde fueron interceptadas por al menos dos hombres que dispararon mínimo en 16 ocasiones antes de huir a bordo de motocicletas. Yesenia falleció al instante; Johana camino al hospital.
¿En qué va la investigación? Poco después de una semana del asesinato de las periodistas, la Fiscalía de Veracruz reconoce que detuvo por error a un estudiante de Xalapa en vez de al presunto asesino. Las dependencias reportaron que el repartidor de tacos era el presunto autor material del homicidio de las comunicadoras. Después de soltar al inocente, las investigaciones no han avanzado.
Por Diego Joaquín Hernández
Alianza de Medios MX
Crédito Ilustraciones:
Daniel Rey / Alianza de Medios
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— Expreso (@ExpresoPress) October 17, 2022