La alta actividad petrolera en los países de Medio Oriente están dejando sin equipo a las empresas que operan en aguas del continente americano, y México es uno de los pasíses afectados, pues además de Pemex, empresas privadas como Eni y Shell también enfrenta la falta de disponibilidad de plataformas petroleras para la extracción de crudo y gas.
La firma S&P Global Commodity Insights, empresa dedicada a la generación de información financiera y análisis, señaló que en México hay un déficit de plataformas desde hace un año y de las nueve plataformas que se movieron a otros países, sólo una ha regresado.
De acuerdo con S&P Global, la mayoría de las plataformas en México fueron contratadas por Petróleos Mexicanos (Pemex), pero la escasez de estas plataformas también afecta a las empresas privadas.
“Los clientes de Medio Oriente están aumentando la actividad de perforación. Según los participantes en el mercado, están dispuestos a pagar tarifas atractivas a los propietarios de las plataformas, superando las ofertas de otros”, reveló la compañía de información financiera.
Entre las empresas privadas afectadas, están Eni y Murphy que se vieron obligadas a utilizar el mismo equipo para pozos completamente distintos e incluso a compartir plataformas con otros, sin embargo, tuvieron que modificar sus planes de perforación al retrasarse la plataforma marina que comparten, Valaris DPS 5.
La plataforma Valaris sería utilizada para perforar el pozo Tulum de aguas profundas de Murphy en la Cuenca Salina, posterior a ello sería movida hacia la Cuenca Sureste para perforar en aguas someras de Eni, el pozo Yatzil y después sería trasladada a la Cuenca Salina del Istmo para perforar el pozo de aguas profundas Nabte, también de Eni, pero con los retrasos de las actividades se modificaron los proyectos de ambas empresas.
Otro operador que se ha visto obligado a resolver problemas logísticos es Shell que no logró completar su programa para el traslado de plataformas de una cuenca a otra que serían utilizadas para perforar pozos de características diferentes.
Shell México tenía programado la operación del Maersk Voyager, un buque de perforación de aguas ultraprofundas para perforar dos pozos a casi 650 kilómetros de distancia, después en enero y febrero del 2023 habría proyectado la perforación de Jokol, un pozo en aguas profundas de la Cuenca Salina del Istmo, frente a las costas de Veracruz.
Para Tamaulipas el esquema de Shell también sufrió trastornos, pues planeaban, entre los meses de abril y junio del 2023, la perforación de Luwa, un pozo ubicado frente a las costas de nuestro estado, junto al Cinturón Plegado Perdido, en la región de Salina del Bravo.
“Las empresas están evidenciando que hay problemas para encontrar equipo”, expuso Néstor Martínez Romero, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), durante una reunión en la que se aprobaron las modificaciones a los proyectos de perforación de Eni y Murphy.
Hace tan solo tres años, Tampico se había erigido como líder en la construcción de plataformas petroleras, de acuerdo con declaraciones del entonces Director General de la Administración Portuaria Integral (API) Tampico, Jesús Orozco Alfaro, quien aseguró que dentro de las terminales privadas se ubican 11 empresas con nueve instalaciones dedicadas a esta actividad.
A mediados del 2022 se anunció la reactivación del sector metalmecánico con el contrato para la construcción de dos plataformas petroleras que se fabricarán en los patios ubicados en la margen del río Pánuco a cargo del Grupo Industrial Monclova (Gimsa) con presencia en Tampico y su filial Commsa, que se dedica a fabricar plataformas marinas y productos industriales como estructuras metálicas y módulos para refinerías.
Este sector permaneció parcialmente detenido al suspenderse casi todos los trabajos desde el inicio de la pandemia, y afectó el trabajo que generaba para miles de obreros del sur de Tamaulipas, norte de Veracruz y oriente de San Luis Potosí que trabajaban en estos proyectos.
BAJA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO
Inevitablemente la falta de actividad en la operación de plataformas petroleras para la perforación y extracción se ha visto reflejada pues la producción de petróleo en México no subió, tanto de Pemex como de privados.
En noviembre, la producción de petróleo fue de un millón 607 mil barriles diarios, 2.7 por ciento menos frente a un millón 653 mil barriles que se produjeron en el mismo mes del año previo, según el más reciente reporte de producción nacional de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
La producción de Pemex Exploración y Producción encabezó el rendimiento, con el 94 por ciento de la producción, lo que equivale a un millón 504 mil barriles diarios en el penúltimo mes del 2022.
Por Omar Reyes