Éfeso ciudad de la mayor importancia religiosa, cultural y comercial. Lugar de adoración de la diosa Artemisa en un templo que fue considerado una de las 7 maravillas del mundo. Aquí llego a existir una de las más grandes bibliotecas; La Gran Biblioteca de Celso, que daba cabida a 12000 pergaminos, que llegó a tener más de 250 000 habitantes, que fue un gran centro de comercio.
El desarrollo de esta ciudad se debió a la cercanía con el puerto natural de Panormo, que le permitía acceso otras once ciudades y puertos que se encontraban también en el mar Egeo. Ubicada en la antigua Grecia (hoy este territorio pertenece a Turquía), fue fundada por lo griegos jónicos en el siglo XI A. C., sobrevivió a las invasiones del rey Creso de Lidia, de Alejandro el Magno, de los seléucidas, de los romanos y otros invasores, manteniendo su grandeza como punto de desarrollo. Sin embargo, un evento que afecto la ecología marítima de la zona acabó con ella, la colmatación, que acabó con el puerto.
Este fenómeno se presenta al llenarse los huecos donde hay agua, con tierra, arena, sedimentos u otro tipo de sólidos que desplazan al agua del lugar. Normalmente el fenómeno se va presentando de manera pausada pero consistente y si no se toman medidas cambian completamente las condiciones de la zona. Se han hecho estudios de polen efectuados en los sedimentos encontrados y demuestran, como a raíz del auge comercial se comenzó la deforestación, para dar lugar a la siembra de cereal, causando procesos de erosión que concluyeron en la colmatación del puerto y en el abandono de la ciudad, quedando definitivamente abandonada en el siglo VII D.C. Éfeso muestra claramente el resultado que puede tener para los seres humanos el descuido en el equilibrio ecológico, es un punto que no afectó al resto del planeta, ya que su afectación fue limitada.
Actualmente no podemos decir lo mismo, en todo el planeta nuestro estilo de vida está teniendo un fuerte impacto en el medio ambiente. Algunos ejemplos: De acuerdo a la OMS, la calidad del aire está catalogada como una de las principales amenazas medioambientales para la salud, actualmente se estima que hay 7 millones de muertes prematuras anuales por esta causa y un costo económico diario de US$8000 millones. Este deterioro se debe principalmente al uso de combustibles fósiles.
Por otro lado, tan solo en los últimos 13 años han sido deforestadas 43 millones de hectáreas, causando peligro de extinción para alrededor de 1.5 millones de especies que habitan el planeta, la deforestación es causada al extender áreas con fines agrícolas, habitacionales, actividades mineras y aprovechamiento de la madera, entre otras.
El suelo también ha recibido un fuerte impacto de las actividades humanas. La contaminación del suelo es devastadora para el medio ambiente y tiene consecuencias para todas las formas de vida a las que afecta.
Las prácticas agrícolas insostenibles reducen la materia orgánica del suelo y pueden facilitar la transferencia de contaminantes a la cadena alimentaria. Un alarmante ejemplo de esto es lo que está sucediendo en el lago Erie, el décimo lago de agua dulce en el mundo. El 2 de agosto de 2014, los 500.000 habitantes de Toledo (Ohio) se levantaron con una alerta ciudadana.
“¡Aviso urgente sobre el agua! NO SE DEBE BEBER AGUA. NO SE DEBE HERVIR AGUA.” Horas más tarde, los negocios locales habían vendido toda el agua embotellada. Los habitantes se desplazaron hasta 100 km de la ciudad para buscar agua.
La floración de algas en el lago Erie, había contaminado el agua del grifo con microcistina, una potente toxina que puede causar vómitos, diarrea e insuficiencia renal. La causa del problema, la escorrentía agrícola, es decir, el agua de lluvia que escurre por los campos agrícolas y se llevan compuestos de fósforo y nitrógeno que potencian el crecimiento de algas tóxicas. Y el mar. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) establece que el plástico es de hecho la fracción más grande, más dañina y persistente de los desechos marinos, y representa al menos el 85% del total de esos desperdicios.
Lo que hace que todas las especies marinas, desde el plancton y los moluscos, hasta las aves, las tortugas y los mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Los corales, los manglares y los pastos marinos además están sofocados por desechos plásticos que les impiden recibir oxígeno y luz.
Los antiguos efesios no tenían los conocimientos con los que actualmente contamos, no se dieron cuenta que estaban sufriendo un deterioro que se volvería irreversible y perdieron su ciudad, aunque pudieron moverse a otros lugares. Si nosotros no actuamos de inmediato, vamos a perder no una ciudad. Vamos a perder nuestro planeta, y no conocemos de otro para habitar.