La crisis migratoria debería ser prioridad en la agenda de la Cumbre de Norteamérica.
El reto que enfrentan los municipios de la frontera tamaulipeca está a la vista de todos y dimensiona a la perfección la gravedad del asunto.
Miles de migrantes -venezolanos, haitianos y centroamericanos, sobre todo, pero también europeos- deambulan por las calles de ciudades como Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo.
Los más afortunados cuentan con recursos para soportar la espera en condiciones más o menos dignas, pero la mayoría, está condenada a ejercitar la paciencia en carpas que apenas los cubren del extremoso clima del noreste del país.
Fue una buena noticia que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitara la frontera (por primera vez desde su asunción) para observar de primera mano lo que ocurre a la largo de la línea divisoria entre su país y el nuestro.
También debe observarse con esperanza el anuncio del presidente López Obrador de que pronto volverá a Tamaulipas, también para observar de cerca el fenómeno migratorio que exige recursos de todo tipo a las autoridades municipales, estatales y federales.
Ahora, las buenas intenciones de ambos deberán convertirse en planes concretos que ayuden primero a despresurizar la tensión que por momentos amenaza con desbordarse en algunas regiones -ayer hubo un conflicto entre los migrantes haitianos en Matamoros-, pero sobre todo, a ofrecer una solución de fondo para el drama humano que sufren miles de familias.
La Cumbre que reunirá por primera vez en México a Biden, AMLO y Trudeau es la oportunidad perfecta para que de los planes se pase a los hechos.
El Puerto del Norte
Parece que después de más de una década de proyectos fallidos, el puerto de Matamoros pronto empezará a ser una realidad.
En su visita del domingo, el gobernador Américo Villarreal Anaya firmó un convenio de colaboración con la empresa australiana Woodside Energy, que tiene a su cargo la extracción de hidrocarburos en la región geológica conocida como el Cinturón Plegado Perdido.
Ese será el verdadero detonante para que -ahora sí- El Mezquital se convierta en el Puerto del Norte, el tercero de gran calado en Tamaulipas.
El desarrollo de ese proyecto no será una bomba que arrase con la riqueza natural de la región.
El mismo día, Villarreal Anaya signó un convenio con 12 cooperativas y dos permisionarios, que dará certidumbre al trabajo y la producción de 2,418 pescadores y sus familias.
“En este puerto se detonarán simultáneamente al potencial energético, un aprovechamiento diversificado, sustentable, socialmente equitativo y responsable con la naturaleza”, fueron las palabras del Gobernador, en un evento en el que estuvo acompañado por el alcalde de Matamoros, Mario López Hernández.
¿Otra extraordinaria?
Hoy sesionará la Diputación Permanente del Congreso de Tamaulipas, en la semana previa a que inicie el nuevo Periodo Ordinario de Sesiones.
En el orden del día hay enlistados 28 dictámenes y no se descarta que llegue alguna nueva iniciativa desde el Ejecutivo para la cual sea necesario convocar a una nueva sesión extraordinaria.
Por Miguel Domínguez Flores