La derecha apuesta a la violencia sin importar las víctimas que pueda producir. Se trata de crear miedo, confusión, es decir, terrorismo para debilitar al supremo gobierno. Ya sucede en la CDMX, justo en grandes concentraciones como el Metro. Existen evidencias, de otra forma no se tomarían las medidas de seguridad desplazando elementos de la Guardia Nacional con la urgencia a que obliga el caso.
Este medio de transporte es la columna vertebral en la movilidad diaria de millones de personas, por lo general modestas o de clase media a las que más daño causa la actitud de la reacción que utiliza manos criminales para conseguir sus objetivos. El sabotaje es de efectos inmediatos, ataque vil contra población inerme que sufre las consecuencias por la inesperada rapidez con que se aplica.
Por ello no extraña que Claudia Sheinbaum sea apoyada por las autoridades federales en esta tarea difícil y delicada porque se combate a asesinos escudados en las sombras que llevan en la sorpresa su ventaja. En este sentido los neo porfiristas se juegan la última carta en la desesperación de recuperar espacios y privilegios. Lo sabe AMLO e igual la jefa de gobierno de la CDMX quienes comprenden, al igual que la mayoría nacional, que está en juego presente y futuro del país.
Es el terreno más peligroso utilizado por los conservadores, pero se atreven al carecer de argumentos para competir en la democracia. Quedaron acostumbrados a manipular el poder para obtener riqueza e influencia. Esto incluye a los instrumentos electorales, eternos cómplices del saqueo. Ahora los traidores se sorprenden de que otros mexicanos, los más, acudan al rescate de la patria en la oportunidad conquistada en las urnas.
A los neoliberales les enferma el destino manifiesto de una nación que decidió sacudirse a sus verdugos en un proceso que apenas inicia y que ha de alargarse hasta que México sea inmunizado contra la corrupción e inmoralidad política y administrativa. Falta mucho pero el ejército de la justicia es tan numeroso y con el vigor suficiente para rescatar la dignidad de la buena herencia ancestral.
El asunto es que ya no hay duda de que los conservadores optaron por el terrorismo después de fracasar en otras intentonas donde hicieron el ridículo y atrajeron el repudio general, como la vez en que acudieron ante el rey gachupín Felipe V1 solicitando su intervención para contener al régimen popular de AMLO “porque no conviene” a empresarios ibéricos, inmersos como se sabe, en grandes consorcios energéticos de enorme destrucción para nuestros recursos naturales.
La violencia provocada por estos grupos fascistas seguirá en el Metro o cualquier otro escenario que garantice víctimas inocentes porque se busca desestabilizar al país, sin descartar hechos de fuerte impacto como el frustrado ataque al periodista Ciro Gómez Leyva, que podría repetirse en otros personajes opositores a la 4T aprovechando para culpar justamente a López Obrador o a Claudia Sheinbaum quien por ahora aparece como la más probable sucesora presidencial.
Enfrentar y vencer al terrorismo conservador es tarea prioritaria del régimen federal que debiera reflejarse en entidades gobernadas por Morena, como Tamaulipas, donde todo se limita a la rebatinga de cargos públicos.
ENSALADA DE LOCOS
Mientras tanto, la parte cómica corre por cuenta del poder legislativo local cuyos integrantes ya aprobaron el curso intensivo de risa doctorándose en el difícil arte del entretenimiento. Alguien les dijo que era mejor divertir que legislar y bajo tal máxima transcurren las semanas y los meses. “Trabajan” poco, pero cobran y pelean mucho en un ambiente donde destaca aquel o aquella capaz de aspirar al control mayoritario que no significa aportación de ideas o argumentos en beneficio público, sino la ambición de controlar recursos y cargos internos que debido a la pugna Morena-amasiato PAN-PRI, cambian de manos como si fueran barajitas de colección.
La presente legislatura es una vergüenza para Tamaulipas y quedará registrada en la historia como la más inútil por sometida a intereses que nada tienen que ver con la transformación republicana. Increíble que la sombra del pasado impere todavía sobre el desastre heredado, como inaceptable es la indigencia parlamentaria de presunta mayoría morenista perdida en su propia mediocridad.
El congreso es el circo donde el payaso que llega primero toma el micrófono e inicia la función con los mismos chistes del día anterior. Creer que la diputación defiende el interés social es como suponer que los milagros se dan en maceta o como antojos de hembra en estado de gracia.
Ahora mismo los grupos encontrados disputan el liderazgo como balón de fútbol, es decir, a patada limpia y uno que otro piquete de ojo u donde se pueda. Sigue siendo un asunto entre pandillas y nada más.
SUCEDE QUE
“Morena hizo una canallada”: PAN…¡Mira quién habla!.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA