Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó los datos de inflación para la primera quincena de enero, donde se observan incrementos nuevamente de 0.46 por ciento respecto a la quincena anterior, lo que indica que la inflación general anual sea de 7.94 por ciento; mientras que la inflación subyacente, la que es menos volátil y responde a condiciones de mercado, fue de 8.45 por ciento a tasa anual, con un incremento de 0.44 por ciento a tasa quincenal.
Para comprender mejor el fenómeno de la inflación se recurre al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual es un indicador económico que mide la variación de los precios dentro de la canasta de bienes y servicios que es representativa respecto al consumo de los hogares mexicanos a lo largo del tiempo. Dicho indicador está compuesto de diversos componentes, de los que se lleva a cabo un seguimiento de productos genéricos. Por ejemplo, por su incidencia en la inflación general algunos productos con precios al alza son las loncherías, fondas y taquerías; gasolina de bajo octanaje; cigarrillos; refrescos envasados, entre otros. Ahora bien, el cambio de precios no se da de forma uniforme en el territorio mexicano, es así que es posible observa cuáles son las entidades federativas que alcanzan mayores o menores variaciones.
En el caso de Tamaulipas, la variación quincenal del Índice Nacional de Precios al Consumidor es de 0.22 por ciento, dicha variación fue menor al promedio nacional; y la ciudad de Tampico tuvo una variación de 0.08 por ciento, lo cual también está por debajo del promedio nacional, dichos valores para la primera quincena de enero de 2023. Pero, hay estados como Chiapas o Guerrero cuya variación quincenal se ubica por encima del promedio nacional, 0.87 y 0.85 por ciento respectivamente.
Ahora bien, es posible que al entrar a un super mercado el alza de precios en algunos productos es evidente, no obstante, hay otros productos donde el precio no ha variado y puede surgir la percepción de comprar al mismo precio. Pero, esto no es del todo correcto.
Quizás no es muy evidente, pero muchos productos se han visto reducidos en cantidad, pero con el mismo precio habitual, aunque en algunos casos puede ser que esta reducción implique un precio mayor. Este fenómeno es conocido como reduflación.
Hay productos que han reducido su contenido entre un 5 y 10 por ciento y aunque a simple vista parece imperceptible, al observa con detalle el cambio es evidente. Este tipo de prácticas pueden obedecer a estrategias de mercadeo para evitar que el alza de precio perjudique en demasiada cuantía el bolsillo de los consumidores, aunque la afección se da de cualquier forma.
Aunque, cabe señalar que esta práctica podría favorecer al presupuesto siempre y cuando se consideren todas las opciones de presentación de un producto y se consideren todos los productos sustitutos que el mercado ofrece. De este modo, considerar alternativas de compra con la cantidad necesaria, evita desperdicios y mantener los patrones de consumos de las familias mexicanas.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ
