Dos hombres identificados como Kusai Al-Jundi de 25 años —que es chef de profesión— y Mohamed El-Abboud de 28 —que se dedicaba a ser repartidor—, asesinaron brutalmente a Louise Kam para quedarse con su casa de 1.3 millones de libras esterlinas —o sea 29 millones 960 mil 872.29 pesos mexicanos de acuerdo al tipo de cambio de hoy 1° de febrero—. La residencia estaba ubicada en la ciudad de Barnet al norte de Londres, una de las zonas más exclusivas de Reino Unido. De acuerdo con el reporte policial, los hechos se cometieron en julio del 2021 y después del homicidio, el repartidor grabó un video bailando y presumiendo la casa de la mujer jubilada como suya. La cosa no solo quedó ahí, pues buscaban que la víctima les cediera los derechos del bien inmueble, al no hacerlo, planearon el ataque en su contra y decidieron apropiarse de la casa.
La envolvieron en un edredón y la tiraron a la basura
Después de asesinarla brutalmente, los delincuentes envolvieron a Louise Kam en un edredón y la dejaron dentro de un contenedor de basura para que «se la llevaran». Solo dos semanas antes del horror, el repartidor El-Abboud —quien ya tenía todo perfectamente planeado— publicó un video en la red social de origen chino TikTok donde se le veía con su novia María Amariucai bailar al interior de la casa de la jubilada. Ante esto, la policía aclaró que la pareja del homicida no estuvo involucrada en el asesinato y que incluso prestó su testimonio a favor de la fiscalía. No solo compartió este tipo de contenido multimedia, el sujeto de 28 años también publicó fotografías del interior de la residencia presumiendo que era suya, esto después de cometer el cruel asesinato.
Presumió el domicilio como suyo y subió videos a TikTok
Aunque los videos le sirvieron como evidencia a la fiscalía, el sujeto de 28 años recorrió la residencia de la jubilada e incluso se grabó haciendo twerking —baile de moda en el reggaeton— en «su camino» por la casa. Incluso azotó el BMW que también era propiedad de Louise Kam. Finalmente, el día de hoy se le hizo justicia a la mujer asesinada. Dos años después, tanto Kusai Al-Jundi de 25 años como Mohamed El-Abboud de 28 fueron encarcelados de por vida después de ser declarados culpables del homicidio doloso. La familia, que se encuentra muy dolida por el suceso, dijo que habían quedado tristes por su pérdida, pero están conformes de que al fin les haya llegado la sentencia a estos criminales.
El hijo de Louise Kam, Gregory, dijo que su madre «se enamoró de las mentiras de este lobo con piel de cordero». Explicó que «la repentina pérdida de mi madre nos dejó a todos extremadamente conmocionados, entumecidos, tristes y afligidos, sentimientos que nos seguirán eclipsando durante mucho tiempo». Compartió que uno de los recuerdos desagradables que tiene del asesino es un «flashback» de cuando compartió trayecto con él mientras discutían sobre «su negocio».
«Mirando hacia atrás ahora, parte de mi tratamiento con el consejero es tratar la culpa que sentí por no haber podido estar allí en ese momento, o hacer lo suficiente en ese instante para evitar que esto le sucediera a mi madre».
El Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales escuchó como la pareja de hombres fue impulsada por la codicia cuando crearon un complot de asesinato para —además— estafar a Louise Kam y quedarse con su fortuna. Confesaron que en los meses previos a la muerte de la también madre de dos hijos, intentaron engañar a la jubilada para que le cediera el control de sus finanzas a Kusai Al-Jundi. Su «astuto plan» también hizo que Mohamed El-Abboud se mudara a la residencia de víctima y tratara la casa como propia. El chef de 25 años se jactaba de tener una novia adinerada que estaba dispuesta a aportar 4,6 millones de libras esterlinas para comprar la casa en un trato que implicaba la evasión de impuestos.
Incluso el par planeó una reunión en la residencia sin que Louise Kam se diera cuenta para mostrar la propiedad. Al no funcionar, tuvieron una lucha violenta con la jubilada, la estrangularon con una cuerda y envolvieron su cuerpo en un edredón. Luego, la pobre mujer fue arrojada a un contenedor de basura —que Kusai Al-Jundi había arreglado previamente para que el camión lo recogiera y se llevaran su cuerpo a un vertedero—. A la par, Mohamed El-Abboud vendió el BMW de la jubilada a través de Facebook Marketplace por mil 450 libras esterlinas —o sea 33 mil 424.33 pesos mexicanos—. Por su parte, el fiscal Oliver Glasgow KC declaró que «hacia fines de julio del año pasado, los amigos y familiares de Louise Kam se preocuparon por su bienestar.»
Nadie supo de su paradero después de que los criminales la mataron
Debido a la preocupación de los familiares, quienes no la habían visto ni podido hablar con ella durante varios días, sospecharon de su desaparición y reportaron el extraño suceso a los policías. El fiscal puntualizó que los criminales fingieron ser ella por mensajes y contestaban los textos que le mandaban a su celular, sin embargo, sus seres queridos sintieron que no era ella. El hijo de Louise Kam denunció la desaparición de su madre mientras lo trataban en el hospital por Covid-19. Luego de esto, oficiales acudieron al domicilio, lo registraron y descubrieron el secador de pelo tirado en un seto —delimitación de arbustos o árboles que divide las propiedades— cerca de su casa. Asimismo encontraron que los mensajes falsos se enviaron desde una red Wi-Fi del restaurante donde trabajaba Kusai Al-Jundi.
El reporte final, fue que el cuerpo de Louise Kam fue encontrado en la casa del chef, escondido debajo del césped donde colocaron un contenedor con ruedas. El ADN de Kusai Al-Jundi se identificó más tarde en los guantes encontrados con el cuerpo y en una de las bolsas de plástico en las que estaba envuelta. Por su parte, el Servicio de Fiscalía de la Corona declaró que «este horrible crimen es una historia de codicia llevada al extremo. Kusai Al-Jundi y Mohamed El-Abboud terminaron de manera egoísta y brutal con la vida de una mujer jubilada para sus propios fines». Le desearon a la familia y amigos de la víctima pronta resignación y que el castigo les dé algo de consuelo.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO