¿Están de moda los líderes longevos?, haciendo memoria, confieso que por años mi referente favorito en esta materia fue WINSTON CHURCHILL, el bulldog británico que gobernó dos veces y concluyó su segundo periodo en 1955, a los 80 años.
El caso mexicano más conocido era el general PORFIRIO DÍAZ, quien al momento de embarcarse en el Ipiranga, en 1911, había cumplido la misma edad, ocho décadas.
Aunque ambos son bebés de pecho comparados (por ejemplo) con MANUEL BARTLETT DÍAZ, mismo que el próximo 23 de febrero cumple 87 años. Su antinomia, el ingeniero CUAUHTÉMOC CÁRDENAS SOLÓRZANO, ajusta los 89 el primero de mayo entrante.
A don ADOLFO RUIZ CORTINES le decían “el viejo” porque asumió el mando a los 63. Dos menos (por cierto) que AMLO, quien llegó de 65 y ahorita tiene 69. El 13 de noviembre próximo, alcanza los 70.
Once menos, por cierto, que su colega JOE BIDEN, quien también en noviembre llegará a los 81 otoños. Contemporáneo de LÓPEZ OBRADOR (“de la misma camada”, dirían antes) es el líder chino XI JINPING, aunque este último con toda su cabellera negra, abundante y bien peinada.
Hace tiempo comenté aquí que la gobernadora de Campeche LAYDA SANSORES SAN ROMÁN, nació un 7 de agosto de 1945, un día después de la bomba atómica en Hiroshima. Lo cual pudiera explicar algunas cosas.
Pero el tema es la edad. Ahí donde la ve usted cantando y bailando con su denso matorral entre carmesí, grana y bermejo, la dama tiene 77 años cumplidos y como dicen en el rancho, va para los 78.
Y mire usted, la muy respetable y estimada senadora tampiqueña, profesora y licenciada MARÍA GUADALUPE COVARRUBIAS CERVANTES, cumple 83 el próximo 8 de mayo, de acuerdo a la ficha que ofrece el Sistema de Información Legislativa (SIL) de la Secretaría de Gobernación.
DANDO ÁNIMOS
En la estimación de edades, hace tiempo me llegó una gráfica feliz, según la cual deben ser reconsideradas las categorías de “joven”, “mediana edad”, “adulto mayor” y “personas de edad avanzada”.
Ignoro si sea cierta o tenga algún fundamento científico pero para el lector promedio resulta muy gratificante. A veces es bueno dar buenas noticias aunque su veracidad no esté plenamente comprobada.
Ahora sí que por el puro gusto de levantarle el ánimo a familiares, amistades y lectores que me siguen en redes públicas o me contactan por la red tribal de WhatsApp.
La fuente es anónima, no respondo por inexactitudes, ahí les va esta presunta reclasificación que ahora se aplicaría a los tiempos del hombre.
De acuerdo a dicha reformulación de parámetros, las personas entre 18 y 65 años deben ser consideradas como jóvenes (imagino en este momento a mis excompañeras de prepa pegando de brincos).
Siguiendo dicha lógica, quienes tengan entre 66 y 79 pertenecerían al estrato de la mediana edad. Entre 80 y 99 se ubicarían en la categoría de adultos mayores y arriba de los 100 ya son personas de edad avanzada.
Hace algunos ayeres me pareció algo curiosa cierta agrupación civil que opera en la isla de Cuba, autodenominada “El Club de los 120 años”.
Ciertamente es cosa buena que se cultiven, conozcan, perfeccionen y difundan aquellos estilos de vida que promuevan la longevidad no solo saludable, digna y satisfactoria sino, además, larga.
Aunque luego me acordé de los hermanos CASTRO RUZ. En particular del comandante RAÚL, hasta hace poco primer secretario del PCC, quien carga entre pecho y espalda 91 años.
Afloró la duda: ¿tendrá planes de llegar a los 120 y por esto apoya a dicho club?… De ser así le quedarían todavía 29, lo cual no creo que guste mucho a sus malquerientes y adversarios.
OTROS CASOS
Para este 2024, los principales aspirantes de MORENA a la candidatura presidencial son sexagenarios (o casi), palabra que en otros tiempos sonaba a viejo y hoy se considera como la flor de la edad.
Mire usted CLAUDIA SHEINBAUM cumple 61 en junio, mientras que MARCELO EBRARD redondea los 64 en octubre; ADÁN AUGUSTO LÓPEZ los 60 en septiembre y RICARDO MONREAL los 63 también en septiembre. Por supuesto, comparados todos con BARTLETT serían unos chicuelos. Y ojo al detalle, aunque no lo parezca, CLAUDIA es mayor (por un año) que ADÁN AUGUSTO.
Ya lo he comentado aquí, el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA es el cuarto gobernador de Tamaulipas nacido en la década de los cincuenta, junto con TOMÁS, EUGENIO y EGIDIO.
De los sesentas es CABEZA DE VACA, de los cuarentas CAVAZOS, de los treintas el ingeniero VILLARREAL GUERRA y don ENRIQUE CÁRDENAS de los veintes.
El tema de las edades deriva de una preocupación mayor y más sustantiva. El misterio del tiempo, en cuyo caso hay lecturas bastante más nutritivas que esta columneja. Digamos que de MARCEL PROUST a STEPHEN HOWKING, pasando por MARTIN HEIDEGGER y el jefe BORGES.
Ello, sin descontar que para los mexicanos resulta bastante más familiar el poema de RENATO LEDUC, musicalizado por RUBEN FUENTES, con una veintena de intérpretes. Aquello del “a tiempo amar y desatarse a tiempo”, pues “de amor y dolor alivia el tiempo”.
Desde luego, el tiempo nunca vuelve, pero lo que sí puede cambiar es nuestra percepción del mismo y acaso ello modifique y hasta optimice nuestra relación con el calendario y el reloj.
Hurgamos en el pasado y en un imaginario futuro, pero lo que realmente queremos es redimir el presente, recuperar nuestra percepción del instante, como RANDOLPH CARTER, el personaje aquel de H. P. LOVECRAFT.
Por Carlos López Arriaga
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