TAMPICO, TAM.- Tres menores de edad que permanecían en la Casa Hogar del Sistema DIF Tampico, fueron reintegrados al seno de su hogar, luego de que se garantizara su seguridad e integridad, mediante un compromiso suscrito con sus familiares, informó la titular del organismo, Aída Féres de Nader.
Indicó que los menores quedaron a cargo de una de sus abuelitas y dos tías, quienes se comprometieron a continuar con las terapias y actividades que los niños llevan a cabo para no afectar su desarrollo.
“Es muy gratificante cumplir con este procedimiento, pues además de que se reintegran a los menores con sus familiares, se garantiza la protección de su salud física y emocional para su óptimo desarrollo y crecimiento”.
Féres de Nader comentó que una vez que los niños egresaron de la Casa Hogar, personal del organismo realizará visitas periódicas de forma sorpresiva en el domicilio, para corroborar que sean atendidos como corresponde y tengan una vida armónica y en paz.
“En nuestra Casa Hogar han estado muy bien cuidados; y queremos que sus familiares cuiden también de ellos; que no les falte el amor, porque una de las cosas que a los niños los mantiene en paz, felices, es el amor. Aquí en Casa Hogar cumplimos nuestra tarea de brindarles protección, seguridad y cariño; mejoramos su percepción y relación con su entorno; y ahora nos aseguraremos que ese ambiente lo sigan teniendo en casa”, expuso.
Por su parte el Procurador del Sistema DIF, Luis Llorente Herrera explicó que se actuó acatando el procedimiento administrativo establecido en la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes; el cual fue posible con la participación de un equipo multidisciplinario integrado por médicos, psicólogos, trabajadores sociales y el área jurídica, quienes corroboran que están dadas las condiciones para que sean reintegradas al hogar.
Así mismo, en el convenio suscrito con sus familiares, quedó establecido que los menores deberán continuar sus estudios y atención psicológica para garantizar su estabilidad, así como sujetarse a una rutina similar a la que seguían en Casa Hogar.
Por Mario Prieto