LO CLARO. Los protocolos; una asignatura pendiente en la sociedad.
Determinar las acciones pertinentes a realizar en el momento en que suceden acciones que afectan el desarrollo de las actividades de cualquier ámbito, es un factor que debe ser observado y estandarizado por los actores involucrados, donde la autoridad lleva el establecer los lineamientos.
Un suceso que interrumpe la cotidianeidad –como una granizada inesperada, un tifón; actos violentos o cualquiera causa ajena que interrumpa la marcha debida de los procesos- debe contar con protocolos de actuación.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas toma con atención especial el actuar para prevenir los actos que atenten en contra de los derechos de la comunidad universitaria. Y en caso de suceder anomalías de esa naturaleza, se pone en marcha el Protocolo para la Prevención, Atención y Tratamiento de las Víctimas de Violencia de Género.
Enaltecer y vigilar la permanencia de la dignidad de las personas para que sea la cultura de la paz el estándar de vida.
Con atención, orientación psicológica y las medidas alternas que garanticen esa necesaria tranquilidad que brinde la seguridad humana.
LO MUY OSCURO. El doctor (filósofo y psicólogo) James Flynn, nació en Estados Unidos en los 30’s del siglo pasado. Hace apenas un par de años dejó este mundo material, con apenas 86 años vividos.
Sí, tiene mucho de importante el que Flynn hiciera aportes a la vida que hoy conocemos, aunque nos resulte desconocido su nombre y su obra.
Este investigador de la conducta humana afirmaba que la inteligencia no se encuentra ligada a la cultura del hombre. Pues aquél que vive en el desierto, al igual que quien habita la ciudad o en una jungla, deberá desarrollar condiciones excepcionales que le permitan la supervivencia.
Un grado de inteligencia que resulta ser medible por igual a todos los seres humanos.
Según su observación, cuando a la gente de raza ‘negra’ se le estereotipa con un margen inferior de inteligencia respecto a los blancos, los resultados de sus mediciones continúan sorprendiendo aún hoy sus descubrimientos.
Uno de sus libros editados ‘Race, IQ y Jensen’ es una fuente obligada para observar las formas conductuales y el factor de crecimiento desde el punto de vista genético-generacional respecto de esa medición.
Flynn estableció una medida de 100 puntos para calcular la inteligencia de una persona. El llamado Coeficiente Intelectual CI.
Respecto de las mediciones del sociólogo, la curva de aprendizaje y el CI humano crece paulatinamente a razón de 0,5 puntos cada año acorde a sus matrices de cotejo.
Las razones son variadas; como la tecnología y la información disponible a la mano.
Es decir, una persona que hubiese tomado la medición en 1970 no alcanzaría la misma puntuación en fecha actual, pues aquél lleva un retraso de 26,5 puntos respecto a las variables de entonces. El que alcanzara 60 puntos de 1970, apenas estaría en la media de 33,5 a los nuevos estándares.
Resulta que el entorno complejo que obliga a la inteligencia a ser más competitivo, es un factor primordial para ese incremento cada vez mayor demandado.
Pero…
A pesar de que los nuevos especialistas señalan que la inteligencia ha subido 30 puntos en cien años, hay factores que demuestran un claro y grave retroceso, del cual somos testigos y causales diarios. Todos estamos implicados.
Libia, Argentina y Sudan son países que aún continúan viendo crecimientos sustantivos en su medición positiva de este fenómeno CI.
Pero la tendencia –según otra corriente científica- es que pare y retroceda mundialmente. Un ‘efecto negativo de Flynn’, ocasionado por razones disímbolas.
La principal –según los científicos- es que no podemos seguir creciendo siempre. Pero los factores que señalan los más, les atribuyen a los apoyos tecnológicos que piensan por nosotros: televisión, videojuegos y una imprecisa educación formativa escolar.
También, aunque todavía no se señala como fundamental, la especialización es una arista que marcará tendencia en esta disminución cognitiva. Pues en cada área económica que desarrolla el ser humano, hay personas que se distinguen y hacen la tendencia al dedicar su capacidad a su implementación. Lo que genera que aquél que sabe de computadoras, no sepa redactar una carta o preparar un sándwich.
En el entorno que habitamos, el empobrecimiento del uso del lenguaje –debido al uso de aparatos que simplifican la comunicación- deteriora notablemente la capacidad de comunicarse sustancialmente.
Generaciones del siglo pasado que aún vivimos, tuvimos al alcance la escritura script como caligrafía obligada en la educación elemental. Hoy en desuso.
La comunicación escrita se transformó y el respeto al idioma deja detrás las obligadas barreras impuestas por la rectoría de la autoridad –también en desuso- hoy la Real Academia de la Lengua Española deberá adaptarse a la evolución.
O involución, según se aprecia.
COLOFÓN: Hay una constante. Si usted desea participar hacia un escaño político parlamentario, puede continuar con la escala de medición de Flynn de 1970. El cantautor Marco Antonio Solís, registró una canción con el título más apropiado… “¿A dónde vamos a parar?”
Por Alejandro de Anda
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro