Tamaulipas está lejos de las principales rutas de tráfico de fentanilo a Estados Unidos, que corren por la región del Pacífico.
Sin embargo, en las últimas semanas se han conseguido algunos decomisos que hacen pensar que alertan a las autoridades sobre la presencia de esta droga en el Norte del país.
El más reciente ocurrió el 10 de marzo en un puente internacional de Nuevo Laredo. Un agente de la CBP remitió a una ciudadana estadounidense, de 49 años, que conducía un Pontiac Grand Prix 2008.
Tras un examen con el binomio canino y del sistema de inspección no intrusiva, los agentes de la CBP hallaron un total de 4.5 kilos de presunto fentanilo en el interior del vehículo, con valor calculado en 236,900 dólares, para arrojar un monto total de más de 12 millones de pesos.
Unos días antes, se registró otro aseguramiento, en el otro extremo de la frontera tamaulipeca.
Agentes federales detectaron la droga en una empresa de mensajería y paquetería ubicada en Matamoros. De acuerdo con las autoridades, los paquetes con la droga fueron enviados vía mensajería desde Monterrey, Nuevo León.
Las autoridades, sin embargo, fueron alertadas a través de una llamada anónima que les detalló que cuatro cajas de cartón que iban a recibir contenían sustancias ilícitas.
Posteriormente agentes investigadores se presentaron en la colonia Lucero, donde después de un revisión localizaron 35 paquetes de fentanilo en colores, 50 paquetes en color azul de fentanilo, 10 bolsas medianas de cristal aproximadamente medio kilogramo y 10 bolsas grandes emplayadas, con aproximadamente un kilogramo.
Los artículos asegurados fueron puestos trasladados a las oficinas de la Fiscalía General de la República, donde fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público Federal.
Esta incautación cobró relevancia porque ocurrió unos días antes del secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y el asesinato de dos de ellos.
Una de las múltiples versiones que han circulado en torno a ese caso que generó incluso tensión internacional, es que la presencia de los cuatro americanos en Matamoros estaría relacionada con el tráfico de esta droga.
Fuentes cercanas a las investigación reconocieron que es una de las líneas que se sigue en las indagatorias, aunque aún ninguna de ellas ha sido confirmada.
El Gobierno de Estados Unidos tiene bien claro que la zona roja del tráfico de fentanilo está en el otro lado de la frontera, en California.
Las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) muestran un incremento drástico en el último año fiscal: de octubre de 2022 a febrero de 2023 EU incautó cinco toneladas de fentanilo en sus aduanas y fronteras, más del doble que el año anterior.
La frontera sur de Estados Unidos con México se divide en 13 áreas de responsabilidad.
Estos son sectores encabezados por la Patrulla Fronteriza y la Oficina de Operaciones de Campo (USBP y OFO, respectivamente, por sus siglas en inglés), y ambas reportan las incautaciones de drogas a la CBP.
Esta agencia federal forma parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). De los 13 sectores distribuidos entre Texas, California y Arizona destacan el Centro y San Diego, dirigidos por la Patrulla Fronteriza en California, donde se concentran 54% de los decomisos realizados en toda la frontera sur.
También destacan la oficina de Tucson y el sector Yuma, en el estado de Arizona, donde se registran 40% de las incautaciones de fentanilo que se llevan a cabo en la frontera.
En los sectores de Texas, que incluyen las oficinas de Big Bend, Del Río, El Paso, Laredo y Río Grande, el registro de decomisos alcanza 6%, lo que equivale a una tonelada de fentanilo, durante los últimos dos años y medio.
Según la Sedena, en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas se han decomisado 126 kilos y 165 mil pastillas de fentanilo.
La crisis de adicción al fentanilo que vive Estados Unidos se ha convertido en un intenso tema de debate entre los dos países, pues autoridades norteamericanas sugieren que el gobierno mexicano no ha hecho lo suficiente para detener este tráfico.
A raíz de ello, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador informó a Estados Unidos y Canadá durante la cumbre trilateral que, en comparación con la administración de Enrique Peña Nieto, México ha incrementado en mil 79 por ciento el decomiso de fentanilo y en 93 por ciento el de metanfetaminas.
Lo anterior lo detalló el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien destacó que el golpe a la delincuencia por el decomiso de ambas drogas se estima en 96 mil 200 millones de pesos.
“De fentanilo, que es mil 79 por ciento más en comparación de lo que se tenía de aseguramientos en la administración anterior, se hace un total de seis mil 273 kilogramos, considerando lo que se ha hecho ahorita en este año, que son 168 kilogramos”, dijo el general.
Explicó que, del 1 de diciembre de 2018 al 16 de enero, aseguraron casi 180 mil kilos de metanfetaminas, en comparación con los 93 mil 110 kilogramos en el mismo periodo de Peña Nieto.
“Aquí tenemos lo que llevamos en el presente año, en 2023, mil 705 kilogramos. De tal manera que el total hacen 179 mil 843 kilogramos”, dijo.
La Sedena también reportó que en este año han habido aseguramientos importantes de fentanilo. Por ejemplo, el 9 de enero pasado, en Tijuana, aseguraron 73 millones de dosis de fentanilo, equivalente a 73 kilogramos.
El 13 de enero, en Tijuana, decomisaron 475 mil 853 dosis de metanfetaminas, 96 mil 250 de heroína y seis mil 123 de marihuana; el 14 de enero, también en Tijuana, decomisaron 77 mil dosis de metanfetaminas y 14.9 millones de dosis de fentanilo.
POR STAFF/ EXPRESO-LA RAZÓN