Una supervisión arqueológica conducida por el INAH en San Nicolás, Tamaulipas entre abril y mayo de 2022, previo a una serie de obras de pavimentación realizadas en las calles Nicolás Bravo y Narciso Mendoza, arrojó el rescate de decenas de objetos históricos.
Ambas vialidades se ubican en el casco histórico de San Nicolás, un pueblo fundado a principios del siglo XVIII como un Real de Minas; no obstante, dada la mala calidad de las vetas argentíferas y la complicada recolección de agua en la región, entró en un estado de abandono parcial del cual se recuperó hasta entrado el siglo XX.
En este proyecto el INAH recuperó más de 50 tiestos de cerámica, mayólica, loza fina blanca, porcelana y loza vidriada, y una espuela de caballo.
Aunque no se encontraron vestigios de empedrados históricos durante las obras de pavimentación, se acordó con el ayuntamiento la instalación de un sistema constructivo de piedra laja, acorde con la imagen de los monumentos patrimoniales circundantes.
Los elementos cerámicos de San Nicolás están resguardados en los laboratorios del Centro INAH Tamaulipas, en Ciudad Victoria, y servirán para alimentar un catálogo de materiales histórico-industriales representativos de cada municipio de la entidad.
TESORO OLVIDADO EN TAMPICO
Tamaulipas es un estado con una alta presencia de vestigios patrimoniales que se remontan a la época de la llegada de los españoles a esa región, así como al siglo XVIII. Expertos de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han develado contextos de arqueología histórica que ayudan a reconstruir el devenir de esta entidad.
La investigadora del Centro INAH Tamaulipas, Seidy Guadalupe Velázquez León, informó que en la supervisión arqueológica realizada en el Museo de la Ciudad Tampico, entre septiembre y octubre pasados, condujo al hallazgo de la probable existencia de un basurero que, con el paso del tiempo, preservó elementos que hoy se consideran de valor histórico, como tiestos de elegantes vajillas: teteras, soperas, platones o bandejas, jarras, platos y tazas elaborados en porcelana y loza fina inglesa, testimonios del alto estatus de los antiguos propietarios del inmueble que hoy ocupa el recinto museístico. Los trabajos de supervisión arqueológica en ese lugar, caracterizado por su arquitectura beauxartiana y conocido por los tampiqueños como Casa Fernández, nombre que toma del empresario Luciano Fernández Gómez, quien encargó su construcción y la habitó a partir de 1926, se concentraron en un área de 43 metros por 22 metros, aproximadamente, que correspondía a un antiguo patio de la residencia; espacio que se readecúa para ampliar las instalaciones y servicios del inmueble.
BOTELLAS DE ÉPOCA
Además de dichos fragmentos de vasijas, se hallaron algunas piezas completas, entre ellas, 30 botellas de cerveza, un producto que, dadas las altas temperaturas que Tampico registra en el verano, es ampliamente consumido desde hace aproximadamente un siglo.
“De ese total de botellas, 10 son de cerveza de jengibre, una bebida típicamente inglesa, lo cual nos vincula con la época del auge petrolero de Tampico, cuando a inicios del siglo XX numerosos inversores británicos llegaron a México para formar parte de esta industria, lo que implicó la importación de muchos de sus hábitos en alimentos y de sus bebidas”.
Las 20 botellas restantes, agrega la arqueóloga, conservan las inscripciones que denotan su elaboración en la Vidriera Monterrey y en la Cervecería Cuauhtémoc de Monterrey, Nuevo León.
Otro hallazgo relevante fue una botella de algún producto de la Botica Americana ‘Dr. Adolfo Autrey’, la cual abrió sus puertas en Tampico hacia 1892. Se plantea que las botellas y los tiestos, cuya limpieza ha finalizado, puedan integrarse a las colecciones del propio Museo de la Ciudad Tampico.
POR STAFF