Una obra de 35 millones de pesos dejó inconclusa la pasada administración estatal en la Universidad Politécnica de Altamira.
Se trata de un edificio que albergaría aulas y laboratorios y que debió quedar listo en septiembre del año pasado.
«Debió haber quedado lista el año pasado, en septiembre, son aulas y un par de laboratorios, el techo inicial era de 35 millones de pesos, pero se destinaron 28 millones de pesos en una primera etapa», declaró el rector de la universidad, Jesús Ricardo Ramos Sánchez.
Las observaciones estructurales ya fueron detectadas por el Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa.
La obra del edificio incompleto que se ubica en medio del campus que tiene una matrícula de 554 alumnos, ya es objeto de investigación por parte de la contraloría del estado.
«Sí hay algunas obras que ya están siendo objeto por parte de la contraloría del Estado, en el caso específico es la unidad de docencia dos que tiene unas aulas y laboratorios».
El funcionario afirmó que las observaciones serán realizadas de manera responsable, que no harán cacería de «fantasmas».
La Contraloría de Tamaulipas, es la instancia pertinente que se encargará de revisar el proyecto.
«El contrato terminó y estamos en la etapa de vicios ocultos. No sabría decirte, está fuera de mis facultades, mis facultades son observar la entrega recepción y hasta ahí estamos, ya la contraloría tendrá que asumir dentro de las facultades propias».
Durante la firma de un convenio de colaboración con el ayuntamiento de Altamira, Jesús Ricardo Ramos Sánchez añadió que el proceso de revisión es abierto, independientemente del proceso de entrega recepción.
«Y cuestiones que se obtengan que observar serán observadas de una manera muy responsable, sin cacería de fantasmas ni mucho menos, únicamente lo justo y lo pertinente».
Óscar Figueroa/La Razón