El equipo jurídico del Gobierno del Estado ayer hizo público algo que seguramente ya tenían previsto: la Fiscalía Anticorrupción mantiene congeladas todas las denuncias presentadas en los últimos meses contra funcionarios de la pasada administración.
Esta es una más de las razones por las que la elección del 2024 se ha vuelto tan relevante para el futuro político del estado, y para la continuidad de la llamada Cuarta Transformación.
La única manera para sortear el escollo que significa la Fiscalía Especializada contra la Corrupción sería que la Fiscalía General de la República se involucrara en aquellos casos que incluyeran malos manejos de recursos federales.
Mala noticia: la FGR que todavía dirige Alejandro Gertz Manero no ha mostrado demasiado interés por lo que ocurre en Tamaulipas -su manejo del caso Cabeza de Vaca es un fiel reflejo de ello- y no hay en el horizonte ningún aliciente para que la situación cambie.
Por otro lado, la protección que ha brindado la justicia federal al Fiscal Anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda, lo mantiene inmune a cualquier intento de removerlo a pesar de que no cumple con el requisito indispensable de haber acreditado los exámenes de control y confianza.
Es decir, el polémico abogado se mantendrá en esa posición por un buen tiempo más.
Tanto, que quizás llegue antes el proceso electoral del 2024, que traerá consigo la oportunidad para Morena de recomponer su presencia en el Congreso del Estado.
Por eso, nunca como ahora había adquirido tanta importancia la elección de las candidaturas para el Poder Legislativo local, tanto las de mayoría como las listas plurinominales.
Primero para que sean competidores sólidos en una contienda que no será un día de campo, y segundo para que no se repita lo ocurrido en la actual legislatura, en la que cuatro diputadas que llegaron por las siglas de Morena-PT, hoy pertenece a la bancada del PAN.
La defensa de CDV
Cómo estarán las aguas en el cabecismo, que Luis René Cantú alias “Cachorro”, Moyo García, Gerardo Peña y otros personajes de ese nivel resultaron mejores defensores del “proyecto” que los prestigiados abogados que ayer ofrecieron una vacua conferencia de prensa.
El costoso equipo jurídico del ex gobernador, comandado por Javier Coello Trejo, había prometido pruebas de graves delitos cometidos por representantes de la 4T contra su defendido.
Al final no pasó de una escaramuza mediática, un deja vu de aquellas apariciones frente a la prensa que hacía otro abogado bien cotizado, Marco Antonio Baños, para defender la pobre impugnación electoral basada en recortes de medios digitales, por la que cobró jugosos honorarios al Comité Estatal del PAN.
Queda claro que detrás de la jugada de ayer está la aspiración de que los medios nacionales volteen a ver al ex gobernador como un aspirante serio a la candidatura presidencial de la alianza Va por México, algo que no va a ocurrir por una razón sencilla: el panismo nacional no lo va a permitir.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES