CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En menos de un mes, la madre de Yukari Guadalupe Valdez de la Cruz, la joven de 20 años quien está desaparecida, ha vivido los días más duros de su vida, pues a la angustia de no saber algo de su hija se sumaron la extorsión y el poco o nulo apoyo de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) para localizarla.
“Ya va a cumplir casi el mes que está desaparecida. A las 72 horas de la desaparición fui a la Fiscalía; ellos empezaron las averiguaciones, pero que la anden buscando no, no me dan razón de nada. De hecho yo soy la que voy, les marco a los oficiales, pero no me dan ninguna explicación. La Fiscalía no se comunica conmigo”, dijo Delia de la Cruz a EXPRESO.
Yukari Guadalupe desapareció el pasado 29 de marzo, salió de su casa en la colonia Enrique Lara, de esta capital, después de que su madre se fue a trabajar, y ya no volvió.
Delia de la Cruz regresó a la FGJT el pasado 14 de abril, cuando fue encontrado en un dren de la colonia Liberalel el cuerpo de Liliana Yaneth González Acuña, también desaparecida y quien ese día aún no era identificada oficialmente.
“Fui para que me dieran el pase para hacer la prueba de ADN… no era mi hija”, recordó.
Cuando reportó la desaparición de su hija, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas le alertó “que iban a estar personas marcándome para extorsionarme”, lo que no tardó en suceder.
“Ya me extorsionaron también pidiéndome dinero, supuestamente me la iban a entregar, me pidieron la cantidad de 5 mil pesos. Eso fue por puros mensajes por Messenger Ya había entregado yo el dinero, me dieron número de cuenta, no querían que les depositara en el banco, querían en el Oxxo y luego di parte a la Fiscalía”, narró la madre de Yukari Guadalupe.
Delia de la Cruz marcó al teléfono de su hija “muchas veces y nunca contestaron, sí timbraba, a veces mandaban a buzón y nunca contestaron, ni mensajes ni nada. Se conectaban de vez en cuando, cada semana, cada 4 días pero ahora ya no se conectan, como que quitaron el WhatsApp”.
La jovencita tenía novio desde diciembre, Héctor Ernesto, a quien su familia también lo reportó como desaparecido casi al mismo tiempo que lo hizo la madre de Yukari Guadalupe.
En una de las pocas acciones de búsqueda de la Fiscalía “fueron a buscarla a la casa de él, pero a sus papás no se les hace raro, porque (Héctor Ernesto) sí se desaparece, luego aparece y así”.
Delia de la Cruz no ha buscado apoyo de organismos civiles de búsqueda de desaparecidos y solo su familia y la de su esposo han compartido el boletín que reporta la desaparición.
Yukari Guadalupe terminó la secundaria “de hecho empezó a estudiar la preparatoria” y luego la abandonó. Pensó en trabajar pero no lo hizo. “No estudiaba. Sí salía… pero no entiendo”, apuntó su mamá.
Tampoco se supo que estuviera en contacto con alguien a través de alguna red social de internet o por teléfono. “No supe que vestimenta llevaba porque yo me voy temprano a trabajar y no me di cuenta cómo se fue; traía el pelo medio rojo, medio anaranjado”.
La jovencita tiene 3 hermanos varones de 23, 16 y 14 años y una hermana de 14.
La pesquisa de la FGJT informó que Yukari Guadalupe mide 1.54 metros, pesa 55 kilogramos y es de complexión delgada, tez moreno claro, frente mediana, cejas horizontal rectilíneas largas, nariz mediana, labios medianos.
Además tiene un “tatuaje en antebrazo izquierdo de una muerte de color negro, morado y azul”, otro de un “diamante color azul con negro en el hombro del lado izquierdo de 7 centímetros aproximadamente” y otro más “en el hombro derecho de color negro con la leyenda ‘Quetzal’ y un lunar tipo mancha de color negro en el vientre, de 3 milimetros”.
La FGJT pidió a la ciudadanía que se comunique al teléfono 911 o el 834 318 61 50 si tiene algún dato que lleve a su localización.
Por Magdiel Hernández
EXPRESO-LA RAZÓN