LO CLARO. Rendir cuentas, es parte esencial de la vida. Cuando ésta llegue a buen puerto en la individualidad de cada cual, seguro acudiremos con lo aprendido a presentar balance.
La rendición de cuentas es el exponer lo logrado en un debe y haber contra lo planeado.
El hogar pide de quien lo dirige, haga lo propio. La empresa, los gobiernos.
El rectorado académico brinda su reporte a la sociedad respecto al resultado de la encomienda.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas, de cara a su sociedad brinda los logros obtenidos durante el presente ejercicio y demuestra que la capacidad de tamaulipecos en funciones de obtener mayor productividad para el desarrollo de la entidad, otorga al crecimiento sustantivo de esta geografía, excelentes números.
La educación profesional de la Máxima Casa de Estudios, en concordancia con el orden gubernativo del poder ejecutivo y la sociedad tamaulipeca, presentan a la productividad y competitividad mexicana la friolera del 43.4% de jóvenes que se encuentran en edad de estudios superiores inscritos o cursando sus niveles hacia la excelencia, superando la media nacional que se encuentra en 42.5%.
Más jóvenes comprometidos con la competitividad y el avance hacia el progreso.
Estudiantes y academia que conjugan la preparación pertinente y capaz para lograr los cometidos de su entidad, con la visión de una mejor calidad de vida.
México y Tamaulipas cuentan con un buen futuro.
LO OSCURO. ¿Qué nos hace mayormente proclives a la lectura? ¿La información pertinente que nutra el espacio productivo en el que transita nuestra vida? O la nota escandalosa…
Es verdad.
Empecemos entonces por el final.
Emilio ‘el indio Fernández’ fue un actor consumado que alcanzó una parte importante del llamado ‘cine de oro mexicano’ y vivió el estrellato consagrado a los dioses de Hollywood, poco accesible aún hoy para un actor mexicano.
Su gran amistad con la diva Dolores del Río (máxima musa mexicana, a la apreciación del que esto escribe) quien sumaba ya 28 películas en la meca del cine, valía para acercar a su gran amigo ‘el indio’ al mercado internacional del celuloide.
Con tan buena suerte para Fernández Romo, que Cedric Gibbons, en servilleta de lino dibujase la figura de una estatuilla de un caballero sin ropa sosteniendo una espada del mango a sus pies, apoyado sobre un carrete de película. Sería el galardón que hoy conocemos bajo el mote ‘El Oscar’ Premio de la Academia al Mérito Cinematográfico
¿El modelo? ¡Adivinó! El entonces atlético Emilio Fernández; que pagaría ‘el favor’ a la diva con la inmortalidad en la cinta mexicana “María Candelaria”.
Ahora sí, a cosas más serias.
La inversión en gasto público no puede ser considerada como un gasto.
Además de la obligatoriedad de los gobernantes a ‘despejar’ las condiciones de su sociedad en la búsqueda de la plenitud (conformada por una buena salud, una buena educación y un óptimo nivel de vida alimentario), tales asuntos se logran otorgando un “piso parejo”. Que no es otra cosa que permitir como rector gubernamental el acceso a las condicionantes que dignifiquen la vida de su población.
Los ejes rectores para cualquier gobernante en este ‘piso parejo’ lo conforman 6 renglones básicos.
Alimentación (acceso a una canasta básica); Salud (infraestructura y dispositivos que consideren una sanidad elemental); Educación (obligatoriedad que equipare los niveles de renta de los ciudadanos); Justicia (observación de los derechos fundamentales); Previsión social (acceso a empleo y a planes de retiro, así como a la inclusión); Vivienda (como dicta la declaración de derechos humanos y la accesibilidad a un techo digno).
Fuera de éstos, lo demás es vanidad.
Los países desarrollados observan la misma tabla con gran astucia, pues evolucionando a la población sensible, el país se desarrolla potencialmente.
Francia invierte el 31,6% de su PIB, según la OCDE. Italia destina el 30,1; Chile 19,6%, Costa Rica el 14,5 y México alcanzó en 2022 el 7,4%.
A pesar de que veamos ‘descoincidencias’ en las cifras, son los mejores en inversión de gasto público para sus zonas geográficas.
España consideraba a finales de los 60’s un porcentaje estimado del 4% para el rubro. A la fecha destina el 24% considerando que su mejor inversión, es el crecimiento interno.
865 mil 227 mdp reporta el IMCO como gasto adicionado en México, incrementando en 18,8% su marca respecto al año anterior.
Dando un total de inversión en gasto público, 1.50 billones de pesos a 2023.
Nunca es suficiente, si comparamos a los países más posicionados económicamente.
No es el color del partido en el poder ni los líderes que lo representen.
El pueblo mexicano reclama condiciones igualitarias de piso parejo para evolucionar hacia mejor calidad de vida de sus habitantes.
Quien sea elegido en el futuro inmediato, deberá considerar las cifras que plantea este segmento.
No es gasto… es inversión.
COLOFÓN: Cuando vuelva a ver la premiación del Oscar, imagínelo con bigotes y pistola.
POR ALEJANDRO DE ANDA
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@deandaalejandro