México es un país profundamente desigual, y esto se puede ver reflejado en diferentes aspectos de la sociedad, como la distribución del ingreso, la educación, la salud, y la seguridad. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 el 10% de los hogares más ricos de México tenían un ingreso promedio de 71,000 pesos al mes, mientras que el 10% más pobre tenía un ingreso promedio de tan solo 2,300 pesos al mes. En este ensayo, se discutirán algunas de las razones por las cuales México es un país profundamente desigual, y algunas de las posibles soluciones para abordar este problema.
Una de las principales causas de la desigualdad en México es la concentración de la riqueza en un pequeño grupo de personas y empresas. De acuerdo con el informe de Oxfam “México, el poder del 1%”, en 2020, el 1% de la población más rica de México acumulaba el 43% de la riqueza total del país. Esta concentración de la riqueza se debe en parte a la falta de políticas fiscales efectivas que graven a los más ricos de manera proporcional a sus ingresos y patrimonios. De acuerdo con el mismo informe, en México, los impuestos representan tan solo el 16.2% del PIB, en comparación con el promedio de la OCDE, que es del 34.3%. Además, en México existen una serie de exenciones fiscales que benefician principalmente a las grandes empresas y a los más ricos.
Otra de las causas de la desigualdad en México es la falta de acceso a la educación y a los servicios de salud. De acuerdo con cifras del INEGI, en 2020, solo el 43% de la población mexicana tenía acceso a la seguridad social, y el 16.5% de la población no tenía acceso a servicios de salud. En cuanto a la educación, a pesar de que México cuenta con un sistema educativo público y gratuito, el acceso a la educación superior es limitado y está concentrado en un pequeño grupo de universidades y colegios privados. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública, en 2019, solo el 22% de los jóvenes entre 18 y 22 años estaban inscritos en la educación superior.
La falta de acceso a la educación y a los servicios de salud también tiene un impacto en la calidad de vida de las personas. De acuerdo con cifras del INEGI, en 2020, el 41.9% de la población mexicana vivía en condiciones de pobreza, y el 7.4% vivía en condiciones de pobreza extrema. Estas cifras son aún más alarmantes si se considera que la pandemia de COVID-19 ha agravado la situación económica de muchas familias mexicanas.
Para abordar la desigualdad en México, es necesario implementar políticas públicas que promuevan la redistribución de la riqueza, el acceso a la educación y a los servicios de salud, y la protección de los derechos laborales. Una de las medidas que se pueden implementar es la reforma fiscal, que grabe de manera más efectiva a los más ricos y a las grandes empresas.
POR MARIO FLORES PEDRAZA