De ser un funcionario con un perfil muy bajo, un colaborador sumamente discreto y eficaz en sus encargos, Pepe Schekaibán dio un salto en unas pocas semanas y hoy es uno de los integrantes de la terna panista para tratar de mantener la Alcaldía de Tampico.
Schekaibán no es un improvisado en el servicio público y tampoco en la política, en donde su trabajo ha sido más callado mediáticamente, pero bien conocido en el territorio.
El secretario de Servicios Públicos de Tampico tiene más de 20 años en puestos relacionados con la conservación y rescate de espacios públicos, los servicios básicos de la ciudad y en años recientes, con la operación política.
Lo mismo en Tampico que en Ciudad Madero, Pepe ha estado a cargo de las Secretarías de Servicios Públicos Municipales y ha implementado programas que han cambiado la fisonomía urbana, con sendos programas de limpieza y mejoramiento de la infraestructura citadina.
Ha participado en todas las campañas de Chucho Nader, desde la primera que ganó como diputado federal hasta la más reciente, cuando obtuvo la reelección en forma contundente, incluyendo las dos que terminaron en derrotas en sus primeros intentos por llegar a la Presidencia Municipal de Tampico.
Schekaibán no había sido visto como un prospecto a la candidatura panista, hasta que se evaluaron perfiles, se sopesaron capacidades y lealtades, se vieron posibilidades y se decidió -en donde se decide-, que había que empezar a proyectar a alguien que pudiera garantizar la continuidad del modelo de gobierno municipal que ha sido exitoso y es reconocido nacionalmente.
Ahí es en donde Pepe Schekaibán entró rápidamente y recibió el visto bueno para comenzar a hacerse más visible, para empezar a capitalizar el trabajo realizado durante años en las colonias, en sus relaciones con sectores sociales y en su pertenencia a grupos sociales y económicos que lo conocen bien y saben de su discreción, eficacia y lealtad.
Por eso, la creciente aparición pública de Pepe Schekaibán y su irrupción como inminente aspirante fuerte a la candidatura panista a la Alcaldía de Tampico se explica por el pasado, pero sobre todo por lo que el panismo tradicional del puerto quiere hacia adelante: la continuidad de un modelo de gobierno exitoso, con identidad azul arraigada.
LOS RESULTADOS DE LA GIRA DE AMÉRICO
El inicio de la semana, el gobernador Américo Villarreal Anaya estuvo en la ciudad de México para reunirse con funcionarios del gobierno federal, realizar gestiones y dar seguimiento a asuntos relacionados con programas que el Presidente López Obrador se ha comprometido a impulsar en Tamaulipas.
Américo estuvo con secretarios y directores generales de varias áreas que pertenecen a dependencias de importancia estratégica, con quienes vio asuntos relacionados con el campo, la energía y el desarrollo urbano.
La gira de Villarreal incluyó un encuentro con el secretario de Salud Jorge Alcocer, para ver el seguimiento al Plan de Apoyo para Tamaulipas, la cobertura de los servicios de salud y del abasto de medicamentos, así como las obras de infraestructura que están en proceso.
Luego, con Carlos Torres Rosas, coordinador general de los Programas Federales para el Desarrollo, para evaluar los esquemas asistenciales que benefician a miles de familias tamaulipecas.
Los resultados de la visita efectuada por el gobernador de Tamaulipas a la capital se notaron también en el acuerdo logrado con el director general del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), Carlos Martínez Velázquez, para la firma de un convenio en materia de vivienda y financiamientos.
Y ayer, día de su cumpleaños, Américo aprovechó para reunirse con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos, con quien habló sobre la preocupación que existe para aterrizar los programas de apoyo al sector que se requieren para beneficiar al campo tamaulipeco.
La visita de Villarreal a la capital del país también contempla reuniones con el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz y el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes e Infraestructura, Jorge Nuño Lara.
POR TOMÁS BRIONES
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