Con la arrogancia que lo caracteriza y el velo protector que sobre él suelen extender los diputados panistas, ayer el Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, compareció ante el Congreso.
Más preparados que en la reunión con el Fiscal Anticorrupción, los diputados de Morena consiguieron poner sobre la mesa los asuntos que han manchado la gestión del titular de la ASE.
Primero, la presidenta de la Jucopo, Úrsula Salazar Mojica, lo hizo trastabillar cuando lo cuestionó por la rapidez con la que aprobó (en seis semanas) 42 informes de resultados de la cuenta pública 2021.
Unos momentos antes Espino había respondido que un proceso de ese tipo suele llevarse hasta ocho meses.
Ataviado con una brillante corbata azul, el Auditor tuvo que recurrir en más de una ocasión a su equipo que tampoco lo sacó de apuros.
A diferencia de lo que pasó en la comparecencia de Raúl Ramírez Castañeda, ayer los diputados de Morena sí anotaron varios goles.
El más importante fue la solicitud formal para que hoy mismo el Auditor entregue los expedientes de esas 42 cuentas públicas, entre las cuales se encuentran la de la anterior administración estatal.
Esta exigencia legislativa fue posible gracias a la reforma a la Ley de Fiscalización aprobada hace unas semanas, en la que se agregaron nuevas facultades a la Comisión de Vigilancia, presidida por Morena.
Primero, se incluyó la posibilidad de “citar y, en su caso, requerir documentación y/o información específica, al Auditor Superior para conocer y profundizar en el estudio y análisis del Informe General e Informes Individuales de la fiscalización de las cuentas públicas, a fin de garantizar una evaluación acorde a la buena administración”.
Y quizás más importante, la de “tener acceso a los documentos de trabajo que se generen con motivo de las auditorías practicadas a las entidades fiscalizadas por la Auditoría Superior, a fin de garantizar una evaluación acorde a la buena administración”.
Gracias a ello, hoy mismo tendrá que regresar el Auditor al Congreso para entregar los documentos que se le solicitaron.
Como puede verse, no fue un día de campo para Espino Ascanio, quien también tuvo que escuchar el famoso audio en el que su hijo ofrecía millones de pesos, según sus palabras con apoyo del entonces gobernador y del mismo Auditor, para remover a Carlos Peña Ortiz y que lo impusieran a él como alcalde de Reynosa.
También le recordaron el escándalo de acoso sexual cometido por un funcionario de la ASE contra una empleada que tuvo que acudir al Congreso del Estado para recibir el apoyo que no encontró en su lugar de trabajo.
Y claro, le recordaron la reforma a modo que aprobó la Legislatura 63 para que un Ingeniero Electricista pudiera realizar las funciones de Auditor Superior del Estado.
Hoy habrá un segundo round en la Comisión de Vigilancia.
La misión de los diputados de Morena, además de exhibir a Espino Ascanio a quien ya solo le quedan poco más de diez meses al frente de la ASE, será evidenciar que sus auditores palomearon al vapor las cuentas de la administración anterior.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES