Por medio de diferentes estudios arqueológicos, se sabe que los primeros agricultores de esa región fueron posiblemente de filiación otomí, y que se establecieron en los márgenes del río Pánuco aproximadamente en el 2500 a. C.
Posteriormente, cuando grupos de mayas emigraron hacia la región septentrional de la costa del Golfo de México, probablemente allá por el año 2000 a. C., nació la civilización huasteca.
Es probable que esta rama haya partido a esas tierras por problemas políticos. Su lengua por lógica era de origen mayense, de la que desciende el idioma huasteco actual.
Se dice que el gentilicio “huasteco” se deriva del vocablo náhuatl “cuextécatl”, que tiene dos posibles acepciones: de cuechtic o cuechtli “caracol pequeño o caracolillo” o de guaxin “guaje”, que es una pequeña leguminosa. Sobre los huastecos, el significado de su gentilicio y de cómo llegaron a esta región, Bernardino de Sahagún escribiría años después: “El nombre de todos éstos tómese de la provincia que llaman Cuextlan, donde los que están poblados llámense cuexteca, si son muchos, y si uno cuextecatl, y por otro nombre toueyome, cuando son muchos, y cuando uno, toueyo, el cual nombre quiere decir “nuestro próximo”.
A los mismos llamaban panteca o panoteca, que quiere decir “hombres del lugar pasajero”, los cuales fueron así llamados que viven en la provincia de Pánuco, que propiamente se llama Pantlan o Panotlan, cuasi panoaya, que quiere decir “lugar por donde pasan” que es a orillas o rivera de la mar”.
La civilización huasteca pronto se extendió, llegando hasta el sur de lo que hoy conocemos como Tamaulipas, empezando a surgir poblaciones de cierta importancia.
LA HUASTECA BAJO EL DOMINIO AZTECA
Por esos tiempos, la Huasteca estuvo organizada en señoríos de caciques, los cuales se unían solamente cuando los amenazaba un gran peligro. Se sabe que se unieron con los totonacas, para rechazar el avance de los mexicas. Se sabe que Moctezuma I Ilhuicamina, rey mexica, se lanzó contra los huastecos en 1454 y logró dividirlos de los totonacas. Las guerras continuaron durante los reinados de Axayácatl, Tizoc, y Ahuízotl.
Sobre la civilización huasteca en la parte septentrional, ósea la huasteca tamaulipeca, los datos etnológicos son un tanto escasos, y los que hay no señalan diferencias considerables con la civilización de las regiones huastecas más meridionales.
Los pueblos descritos son a menudo poco importantes, aunque en ellos se señala la presencia de caciques, nobles y gente del vulgo.
En esta parte la agricultura era el recurso esencial, aunque también lo eran los productos de la caza, de la pesca o de la recolección. Pero la impresión dominante es la pobreza, en ocasiones agravada por la inseguridad debida a los ataques de los chichimecas.
Para 1506, el monarca azteca Moctezuma II Xocoyotzin sujetó la región de Pánuco y también la Huasteca. A partir de entonces, envió a recoger los tributos de los huastecos, tanto en la región de Pánuco como en la de Oxitipa, que entonces se extendía en su influencia por el Norte, desde Tampemol —Antiguo Morelos— hasta Tanchipa —al Norte de lo que hoy es Ciudad Mante—, y hasta Llera y Tanguanchín — Ocampo—.
Pronto llegarían los españoles a la región y finalizaría el yugo mexica sobre la Huasteca, pero comenzaría quizás uno igual o más cruel, pues los europeos estaban ávidos de riquezas.
LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
En los últimos meses de 1518, Alonso Álvarez de Pineda fue enviado por el gobernador de Jamaica, Francisco de Garay, para realizar, al mando de una expedición, un reconocimiento del litoral de la Florida.
Al sufrir una serie de contratiempos en su camino hacia el Este, viró al Occidente y siguió después a lo largo de la costa del Golfo de México hasta el río Pánuco, en cuya desembocadura halló un pueblo grande donde sin mayores impedimentos pasaron alrededor de 40 días, carenando los navíos.
Al remontar unas seis leguas la corriente del río, descubrieron en ambas márgenes cerca de 40 pueblos. El propósito de Garay era que la expedición al mando de Álvarez de Pineda pusiera una mojonera que delimitara las tierras descubiertas por ellos, de las sometidas por Hernán Cortés; sin embargo, nunca se colocó debido a la resistencia de éste.
Garay no cejó en su empeño y en agosto de 1520 envió al capitán Diego de Camargo para edificar una fortaleza.
El grupo llegó a Pánuco, desembarcó y cometió muchos abusos con los indígenas del lugar, quienes se rebelaron violentamente. Los españoles huyeron rumbo a la Villa Rica de la Vera Cruz.
En octubre de ese mismo año, Garay envió otra carabela al mando de Miguel Díaz de Aus para auxiliar a la expedición de Camargo.
HERNÁN CORTÉS EN LA HUASTECA
Enterado de todo esto, Hernán Cortés pensó ganarle la delantera y para lograrlo, salió de Coyoacán con sus fuerzas para conquistar La Huasteca.
En octubre de 1522, Cortés llegó a estas tierras a someter a los huastecos que se sublevaron, matando a los soldados de Francisco de Garay en el año de 1521; lo acompañaban ciento veinte hombres a caballo, trescientos peones, alguna artillería y cuarenta mil guerreros indios a las órdenes de Ixtlilxóchitl.
En Ayotochcuitlatlan —se cree que es el actual Coxcatlán—, Cortés y sus hombres lucharon contra los huastecos. Al someterlos se apoderaron de los Valles de Oxitipa o Tamt’okow y sus tributarios quedaron sujetos al poderío español. De Ayotochcuitlatlan, Cortés pasó a Tampamolón, San Francisco Tancuayalab, Tamuín y Chila y, sometidos los huastecos, fundó a orillas del río Pánuco la Villa de Santiesteban del Puerto, el 26 de diciembre de 1522.
Dejó como lugarteniente a Pedro Vallejo, repartió encomiendas en los pueblos y se adjudicó los señoríos de Tamuín y Oxitipa. D o n J o a q u í n Meade señala que la encomienda de Oxitipa, aunque su centro estaba en lo que es hoy el municipio de Aquismón, dependía des – de 1523 de la Villa de Santiago de los Valles de Oxitipa, y se extendía originalmente hasta Jalpan en el hoy Estado de Querétaro y, por el norte incluía a Tanchipa, al norte del Mante y, acaso, hasta la Mesa de Llera.
En su estancia en esta zona huasteca, el conquistador se adjudicó vastas tierras al Sur de lo que hoy se conoce como Tamaulipas, siendo una de ellas, un poblado llamado Tanchipa, donde los huastecos, agricultores sedentarios, mantenían una civilización típicamente mesoamericana.
Tanchipa era el último centro importante de los huastecos al Norte. Para el año de 1523, pertenecía ya a la encomienda de Santiago de los Valles. En esa época, la extensión de esa encomienda comprendía desde el actual municipio de Ciudad Valles, hasta la mesa de Llera.
Hernán Cortés regresó a Tenochtitlán a principios de 1523. En plena época de lluvias, el 25 de julio de 1523, la expedición de Francisco de Garay llegó al río de las Palmas, hoy de Soto la Marina, desde donde inició su avance entre los fangales hacia Pánuco y por mar envió sus barcos a esperarlo en el río Pánuco.
Al tener noticia Hernán Cortés de su llegada a la Huasteca, envió a Pedro de Alvarado con fuerzas suficientes y apresó a Garay. Una real cédula había reconocido la conquista de la región efectuada por Cortés, pero Garay y su gente habían soliviantado a los naturales, lo que causó graves desórdenes en la región y los huastecos se alzaron contra los españoles.
En 1524, Cortés envió a Gonzalo de Sandoval a efectuar una entrada en los Valles de Oxitipa, con el objeto de someter nuevamente esta región. Bajo su mando llevó a Pedro Vallejo, Pedro Martín Aguado, Rodrigo de Castañeda, 50 hombres de a caballo, 100 peones, 15, 000 acolhuas a las órdenes de Yoyotzin, hermano menor de Ixtlilxóchitl, y otros 15,000 mexicas al mando de un sobrino de Cuauhtémoc.
Para escarmentar a los huastecos por su alzamiento, Gonzalo de Sandoval mandó apresar a cerca de 400 señores o caciques en el pueblo de Xatxapa –hoy en Veracruz–; los caciques o señores de Tamazunchale, Tacetuco, Guautla y otros pueblos protestaron enérgicamente.
A pesar de sus protestas, Sandoval mandó quemar a varios caciques y es probable que el resto se los haya llevado a México. Con estos crímenes comenzó la destrucción de la antigua y valiosa tradición cultural de los pueblos huastecos. El señorío de Oxitipa siguió en poder de Hernán Cortés, pero éste salió para las Hibueras después del 12 de octubre de 1524.
El grupo español que quedó en México aprovechó la ocasión para quitarle la encomienda o señorío de Oxitipa, que fue dado en 1525 a Gonzalo de Ocampo, quien lo ocupó durante diez años. En el período comprendido entre 1521 y 1524, Hernán Cortés distribuyó buena parte de la población indígena entre él y sus compañeros, según el régimen de encomienda o depósito.
Los grupos de indígenas con sus propios gobernantes fueron entregados a la protección de un encomendero español, quien se obligaba jurídicamente a protegerlos y debía encargarse de su conversión a la religión católica. A cambio, los indígenas darían tributo y servicios.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ