Cuando hace meses se planteó el surgimiento de una organización civil conformada por agrupaciones sociales, entes no gubernamentales, ciudadanos sin partido y otros con filiación definida, así como por grupos de personas que no desean que se profundice la polarización en el país, a partir de las diferencias políticas, pocos recordaron que se repite el modelo que en los años 90 dio origen al llamado Grupo San Ángel.
En ese entonces, durante la Presidencia del todopoderoso Carlos Salinas de Gortari, la oposición luchaba por mayor apertura política, la sociedad civil impulsaba cambios a la legislación electoral y en general factores de poder dentro y fuera del país presionaban para que el viejo régimen diera lugar a una nueva conformación de escenarios políticos.
Ahí entraron entonces varios intelectuales, escritores y personajes de la vida pública de la más diversas corrientes que entendieron que había que impulsar cambios de manera pacífica, ante el agotamiento del modelo conocido hasta entonces, dominado por un PRI omnipotente, soberbio y por ende, desfasado de la nueva realidad mundial en materia democrática.
Toda proporción guardada -hoy el papel de Salinas lo tiene Andrés Manuel, el del viejo PRI lo cumple Morena y el de los promotores de la apertura democrática, organizaciones de la sociedad civil-, las cosas parecen reeditar situaciones que hace 30 años fueron la punta de lanza, de lo que un poco después derivó en la primera alternancia política en la Presidencia de la República.
En este contexto surgió Colectivo por México (también llamado MéxiColectivo), en el que participan políticos, ex candidatos, académicos, intelectuales, ciudadanos sin partido y miembros de la sociedad civil que ven en esta agrupación una alternativa en la que puedan canalizar sus inquietudes, opiniones y acciones para evitar que la polarización que se padece en el país, llegue a niveles todavía mayores.
Colectivo por México había permanecido hasta cierto punto discreto en su integración y en el trabajo de elaboración de una agenda política y programática, hasta que en enero, poco antes de su presentación oficial y del anuncio de su documento insignia llamado “Un Punto de Partida”, el Presidente López Obrador expuso públicamente a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano al linchamiento político y mediático entre sus seguidores, al tacharlo de adversario político por el simple hecho de pertenecer, reunirse y aconsejar a los ciudadanos agrupados en MexiColectivo.
A pesar de ese episodio lamentable calificado por muchos como un parricidio político de Andrés Manuel en contra de Cuauhtémoc, MexiColectivo siguió sin Cárdenas y continuó trabajando en los diversos encargos que se dividieron entre los organizadores y las agrupaciones civiles participantes.
La idea de hacer que crezca la organización y se convierta en cauce de las inquietudes y expresiones ciudadanas está en marcha. Una de las acciones que se emprendieron fue la integración de comités representativos y la formación de Consejos en distintas partes del país, tratando de atraer a quienes coinciden en que es preciso terminar con el clima de polarización social y política que se ha alentado desde el poder.
Y precisamente, Colectivo por México ha elegido a Tamaulipas como uno de los estados en donde se impulsará una serie de foros informativos para dar a conocer los objetivos de esa agrupación, su propuesta programática que es en realidad el concentrado del sentir de los ciudadanos ajenos a partidos, que creen que el poder debe servir para unificar y fortalecer la cohesión en aras del bien común, antes que en dividir por intereses políticos y personales.
En Colectivo por México se va a encontrar usted a una serie disímbola de personajes de la política, la academia y del mundo intelectual del país, como Francisco Labastida, José Narro, Dante Delgado, Patricia Mercado, Josefina Vázquez Mota, Francisco Barnés, Diego Valadés, José Woldenberg o Carlos Salazar Lomelí.
Podemos entenderlo como una reacción de un ampolio grupo de personajes de tendencia moderada, en un ente no partidista, plural y con tendencia a dirigirse a los ciudadanos que no militan en partido alguno y no se sienten representados o identificados con esas organizaciones. Es, en pocas palabras, una vía para quienes rechazan la polarización y prefieren la conciliación, la moderación y el gradualismo que construye con base en acuerdos, en vez de la diatriba que polariza y destruye para recomponer viejos modelos.
Les comentaba que Tamaulipas será uno de los estados en donde Colectivo por México tendrá eventos y el el viernes por la tarde se tiene programado uno de ellos en Tampico, se trata del Encuentro Colectivo Tamaulipas. La sede será un conocido hotel de la avenida Hidalgo, que ha sido además, espacio de expresión de candidatos identificados con la Cuatroté.
La propuesta de MexiColectivo es por llegar a quienes no quieren seguir un modelo económico o de gobierno propenso a repetir patrones caducos de hace medio siglo y que eluden la polarización como forma de control político. Van por las franjas moderadas, las que no quieren confrontar violentamente ni con el discurso ni con la acción.
El desgaste propio del ejercicio del poder, aunado a la errática ruta que ha seguido la Cuatroté y la evidente falta de coincidencia plena de la oposición partidista, fueron factores que alentaron la formación de Colectivo por México, tratando de amalgamar la molestia y el interés por hacer algo concreto para influir en el rumbo del país en 2024.
Obviamente, como organización social en la que hay cabida para personajes y expresiones ideológicas de amplio espectro, Colectivo por México ha sido objeto de una andanada de ataques desde el poder que califican a la agrupación como una expresión reaccionaria de lo que la narrativa oficial llama conservadurismo.
Recurriendo a la gastada fórmula de distraer con pirotecnia verbal, los usufructuarios del poder sexenal apuestan por la estigmatización de toda organización que no coincida ni comparta los puntos de vista del viejo régimen disfrazado con nueva piel. Sin embargo, como en los años 90 con el Grupo San Ángel, las cosas parecen ir ahora por una senda parecida, escabrosa pero finalmente acertada en el mediano plazo, con un nuevo cambio en las figuras y en la forma de encabezar el gobierno, ahora con una visión de largo plazo, incluyente y moderada.
POR TOMÁS BRIONES
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