CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Las problemáticas que más han frenado los ranchos ganaderos del Estado son de entre tantas el cambio climático y la inseguridad principalmente, y que por esto último, a muchos productores pecuarios obligó que en el pasado hayan abandonado sus predios.
Sin embargo, la situación delictiva en el rubro ganadero, ya no es la misma que la de hace 13 años y la gran mayoría han regresado a sus ranchos para volver a trabajarlos.
De acuerdo a lo expuesto por el presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT), José Guerrero Gamboa, no se han registrado más despojos de tierras para la producción de reses desde octubre a la fecha, lo cual, es un avance muy significativo que brinda certeza a los que han vuelto a trabajar sus bienes.
El líder pecuario señaló que la presencia de la Guardia Estatal en zonas rurales ha abonado para garantizar la calma en dichos lugares y los delitos de alto impacto no se disparen a altos porcentajes.
Guerrero Gamboa dijo “que estas acciones son positivas pues dan confianza a los propios ganaderos para continuar trabajando, y mas cuando se protege a los productores de cualquier ilícito”.
En torno a las lluvias, señala que han sido muy benéficas, puesto que venían de un 2022 muy seco y el inicio del 2023 no aportó tampoco nada para recuperar pastizales poniendo en peligro a los semovientes a grado de poder morir de hambre al no encontrar que comer.
Pero desde marzo ha llovido bien y la naturaleza se restableció pudiendo así salvar el hato y se presente un repunte en el valor comercial en cabezas de res.
De igual modo los abrevaderos para que los animales tomen agua se recuperaron y existen buenos augurios para culminar el año con producciones arriba de lo estimado.
“Por ello confiamos en contar con un buen año, pues ahora vemos que el panorama tiende a cambiar con las pocas, pero buenas lluvias”, finalizó.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón