Es un día común en el Tamux y el maestro Carlos Anzures lo recorre de arriba para abajo, sube y baja escaleras, revisa cada detalle, se detiene a saludar a cada trabajador que encuentra en su camino, checa los avances qué hay en el taller, y a su paso, disfruta cada que se encuentra algún grupo de niños que visita el museo, pues “Mi mejor premio es que los niños vengan, aprendan y se vayan con una sonrisa”.
Seguramente al ver a cada uno de esos niños, recuerda el sueño que tuvo hace muchos años atrás, trabajar en el Museo Tamux y dejarle algo a su querida Ciudad Victoria, a la cual, “Amo con el corazón, nací en Veracruz, pero llegué aquí a los diez años, de jarocho no me queda nada, mi corazón es tamaulipeco”.
“Cuando llegué a Victoria me impactó la alegría de la gente y cuando se creó el museo Tamux dije wow, soñé con un día trabajar ahí y dejar algo, ahora que ya estoy aquí, no le puedo quedar mal a ese niño que lo soñó, vamos a hacer muchas cosas”.
En el 2021 fue nombrado Director del Museo de Historia Natural de Tamaulipas, Tamux y dentro de sus innovaciones, están los enormes dinosaurios que ahí se exponen, los cuáles crea él mismo.
Y es que de pequeño se hizo fan de la película Star Wars, pero por falta de recursos, no podía tener los juguetes de moda que vendían en las tiendas, así que encendió su creatividad y comenzó a replicar las figuras usando los materiales que tenia a la mano.
“Empecé a hacerlos con papel maché, cartón y Plasti Loka, y que me quedan bien, luego los empecé a hacer con arcilla de la que se usaba para sellar las ventanas, tardaba años en secarse”. Posteriormente, en secundaria, junto a su amigo Rodrigo Mier se puso a hacer a los personajes de Los Muppets, lo que sin saberlo, lo llevaría a encontrar una gran pasión.
“Hicimos los monos con papel maché, y un día una persona dijo que uno de los Muppets parecía dinosaurio, nos pusimos a hacer un dinosaurio y ahí empezó todo”.
“Yo estaba proponiendo un demonio para un póster de un grupo de rock, yo había hecho un dinosaurio y se vio en la foto que mandé para mostrar el demonio, se dieron cuenta del Bambiraptor y un coleccionista me lo quiso comprar, le hice otro y empecé a estudiar, me la vivía en la biblioteca”.
En ese momento inició su etapa de paleoreconstructor, “quería estudiar en Canadá, pero no había becas para eso, así que comencé a visitar a diferentes personas para aprender, estuve hasta con Mark Miller, yo pagaba con trabajo y ellos me enseñaron”. Comenzó a hacer dinosaurios ya bajo el rigor de los científicos y poco a poco su trabajo fue dándose a conocer, participando en Museos en México, Chile, Argentina y Estados Unidos.
Carlos Anzures reveló que para hacer las figuras, inventó un material para que sirviera de piel, “Le pusimos Portex, al tacto se siente como piel de caimán, tiene flexibilidad y memoria, yo necesitaba que si se caía algo no se lastimara, por eso inventé ese material, no hay nadie más en el mundo que use ese material”.
Actualmente trabaja en su mejor figura, por que “La mejor siempre es la que viene, vienen muchas sorpresas, nosotros pertenecemos a la Comisión de Parques y Biodiversidad y nos dimos cuenta que tenemos chance de hacer muchas cosas, nos dieron la apertura de crear un taller museográfico, estamos reparando piezas, ya tenemos la capacidad de crear colecciones, esa parte nos da la posibilidad de evolucionar, a finales de año vamos a tener nuestras primeras producciones, vamos a crecer”.
POR DANIEL RÍOS




