*(II de II)
“Me tienes, pero de nada te vale, soy tuyo porque lo dicta un papel, mi vida la controlan las leyes, pero en mi corazón… tan solo mando yo”
-Canción Mar y Cielo 1952-
La perversión de las reformas electorales
Fue en el año 2000 cuando el PAN ganó la elección de Presidente de la Republica y se inició también el uso indebido de las instituciones y de las leyes electorales. El Presidente Vicente Fox impulsó una acusación contra el ex Director de PEMEX de haber desviado 521 millones de esa empresa al PRI para financiar la campaña que a la larga ese partido perdió. Por esa misma razón el IFE con José Woldenberg a la cabeza aplicó una multa al PRI por 1,100 millones de pesos y se cobró de las participaciones que recibía esa organización. Un juez penal desestimó la acusación contra el Director de Pemex, pero el IFE no corrigió su decisión injustificada ni le devolvió los recursos al PRI.
En el 2006 Luis Carlos Ugalde Presidente del IFE incurrió en acciones y omisiones graves que se apartaban de sus obligaciones formales, como no dar a conocer los resultados de las encuestas de salida y los conteos rápidos de la elección presidencial, y suspender anticipadamente el PREP la noche del 2 de julio, llenando de incertidumbre al electorado y sembrando la sospecha en la legitimidad de los resultados y en el triunfo de Felipe Calderón.
En 2007 una Reforma Electoral estableció medidas draconianas construidas y acordadas por unos partidos para frenar el avance de otros partidos, de tal manera que aparecieron en el lenguaje electoral los términos aspirante, precandidato y candidato, los periodos de precampaña, intercampaña, campaña, espacio para la reflexión, la contabilidad de participaciones a los partidos y los gastos de precampaña y campaña. Desde entonces cualquier expresión, acción u omisión, puede ser utilizada para impugnar la precandidatura, la candidatura, o hasta una elección, que puede ser desde la elección de dirigentes de partido, hasta la de servidores públicos de distinto rango.
En 2014 la perversión legislativa electoral tuvo su máxima expresión pues no solo tocó al IFE sino que lo desapareció creando en su lugar el Instituto Nacional Electoral INE y mas normas restrictivas, como dotar a ese nuevo organismo de la facultad de atraer a su criterio la realización de comicios estatales e incluso municipales, dejando a un lado a las autoridades electorales integradas por la soberanía de las legislaturas electorales locales, que fueron descalificadas como poco confiables por depender de los poderes ejecutivos de las entidades.
La oportunidad de corregir todas esas fallas llegó en este sexenio con la presentación de una iniciativa de Reforma Electoral Constitucional que fue rechazada por la oposición, y vino después la obstrucción aprobada la semana pasada por la Suprema Corte de la reforma electoral legal conocida como Plan B. De esa manera llegaron Morena y sus opositores a las elecciones del Estado de México y Coahuila, en donde el partido mayoritario sumó una entidad mas a las 22 que ya gobernaba.
Actualmente Morena y la oposición llevan a cabo procesos de selección interna de sus candidatos a Presidente de la República, Morena simulando la elección de un Coordinador de los Comités de Defensa de la 4T y PAN, PRI y PRD, simulando a través de la realización de Foros de Consulta Interna en los que abiertamente comunican que quien aspire a participar en la selección de su candidato a Presidente deberá asistir a los Foros de Consulta y demostrar que cuenta con el apoyo de por lo menos 200 mil ciudadanos para desembocar en la realización de unas elecciones primarias, supervisadas por ex funcionarios electorales y miembros de la sociedad civil.
La situación actual
Es pertinente decir que los líderes y dirigentes de los partidos políticos no son una pandilla de violadores sistemáticos de las leyes electorales, tampoco lo son sus militantes y simpatizantes. Son por el contrario ciudadanos mexicanos interesados en someter sus aspiraciones y propuestas ante los electores mexicanos que son depositarios de la soberanía constitucional y los únicos que deben decidir con su voto libre, secreto y directo, quienes deben ocupar los cargos de representación popular.
Por ahora y en los siguientes meses, los autores intelectuales y materiales de las perversiones electorales que padece nuestra legislación seguirán gritando que la ley es la ley y hay que cumplirla aunque esté mal. Los partidos encontraran su camino entre las lagunas legales para cumplir apenas las disposiciones electorales y al mismo tiempo hacer valer las legitimas aspiraciones de sus militantes, y las autoridades electorales deberán encontraran la sabiduría necesaria para que la ley se cumpla y al mismo tiempo permitir que la democracia mexicana se exprese libremente, con la camisa de fuerza puesta, pero con las ataduras sueltas.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ