MÉXICO.- Cuando pensamos en juguetes usualmente nos vienen recuerdos buenos y divertidos, ya sean sobre nuestra infancia o la de nuestros hijos, sobrinos o hermanos quienes crecieron con distintos tipos de ellos dependiendo de sus gustos y personalidades.
Uno de los que más ha marcado a diversas generaciones a lo largo de los años son las muñecas para muchas infancias, en su mayoría niñas, pero detrás de toda la industria de las muñecas Barbie existe una terrible y dolorosa historia sobre su creadora, quien solamente buscaba hacer feliz a su hija.
La historia sobre la creación de Barbie
La creadora de la emblemática y reconocida Barbie se llama Ruth Handler, quien le dio una revolución a la industria de los juguetes en Estados Unidos; su historia se vio opacada en los tribunales tras haber sido condenada por delitos fiscales y por una enfermedad que a muchas mujeres puede preocuparles: cáncer de mama.
Fue en los años 60 que la creadora de Barbie empezó a cuestionar a la industria de los juguetes, misma que estaba dominada por los hombres, pero además buscó la forma de apoyar a las personas que padecían lo mismo que ella al crear las primeras prótesis mamarias.
Ruth Handler nació en 1916 en Colorado, siendo la más pequeña de los diez hijos en su familia quienes habrían emigrado desde Polonia a Estados Unidos en busca de una vida mejor; sin embargo, su madre contrajo una enfermedad en la vesícula que terminó con su vida.
El precio del éxito del juguete
Con el paso de los años, la joven se enamoró de Elliot Handler, quien sería su compañero de vida por más de 60 años; tras contraer matrimonio, la joven pareja se mudó a Los Ángeles y ante sus vidas humildes y precarias, decidieron iniciar una empresa con otro socio llamado Harold Mattson creando la exitosa: Mattel donde fabricaban marcos de fotos y casas de muñecas que elaboraban con madera sobrante.
Posteriormente, Handler se inspiró en las muñecas de su infancia para crear a Lili, un acercamiento de la realidad adulta a las pequeñas infancias, lo cual no le encantó como propuesta a los empresarios de Mattel; su hija Bárbara fue su más grande inspiración por un largo periodo hasta encontrar a la muñeca ideal, la que hoy conocemos y que marcó la infancia de muchas niñas.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO