El victorense Roberto “El negro”Meza asegura que su momento más difícil fue cuando salió del “Corre”, el equipo de sus amores desde que era niño y en el que cumplió el sueño de debutar y ser campeón; “El título del 2011 se lo atribuyo a Almirón. A la directiva le faltó ambición para ascender en el 2012”
“No me aguanté las ganas de pisar el pasto, aquí viví muchas cosas, desde niño, el Marte marcó mi vida”, comenta José Roberto, quien en ese mismo sitio, vivió momentos de angustia, tristeza, sacrificio, regaños y también muchísimas alegrías. “Cuando era niño, me sentaba en sol sur con mis padres, cuando el equipo estaba en Primera, ese equipo histórico de Sambulá, a las 12:00 siempre estábamos aquí”.
Fue más difícil salir de Correcaminos y jugar en Altamira que mi retiro, sí llegué a pensar en retirarme antes de jugar en Altamira”.
Esta afición se merece Primera División, si no se puede deportivamente, ¿Por qué no hacerlo a billetazos?.
JOSÉ ROBERTO MEZA HISTÓRICO DE CORRECAMINOS
EL HIJO DE DON LAURO MEZA Y DOÑA
María del Refugio, recuerda que siempre que salida de los partidos, llegaba a su casa, en Las Flores y hacía su propio partido con el balón que le com- pró su padre, “Me ilusionaba pensando que yo era Sambulá, Mendieta, Richardson Smith o el Chiquilín Cabrera. Nunca me imaginé que algún día me convertiría en jugador del corre”.
El entorno, estaba lleno de fútbol, pues su barrio, “Con los años se ha hecho futbolero, de ahí también son los Pulido, a unas cuadras nació el Gullit. A Alan y a Armando los conocí chiquitos, vivíamos a cinco cuadras y a veces se hacían las retas en la calle, nadie de nosotros sabía lo que iba a pasar después”.
A los siete años, la primera parada para bus- car el sueño, era conseguir equipo, y lo encontró en los Vaqueros de la Copa UAT, que dirigía alguien que sería clave en su carrera, el ex futbo- lista Agustín “El Pánuco” Gómez “Él me enseñó todos los fundamentos”. En Secundaria cambia de equipo y en la Juvenil participó con Adrián Abrego, momento en que comenzó a acudir a diferentes torneos nacionales y estatales.
CAMPEÓN EN TERCERA DIVISIÓN
Posteriormente, jugando un partido en la naciente Liga Santander de Victoria, conoció al ex futbolista Fernando “El Pato” de la Torre, quien lo invitó a hacer pruebas en el equipo de Tercera División del Corre,
“Fui y me quedé”.
“Fue un cambio total, llegué como carrilero, ya no era delantero, había mucha competencia, fue muy duro, a
veces pensé en rendirme, pero en el siguiente torneo “El Pato” me preguntó que si jugaba de central, le dije que si, por que si no ahí se acababa mi sueño. Estuve a punto de retirarme, pero la necesidad de querer jugar me empujó a hacerlo y lo hice bien”.
“Me consolidé de central, jugué de titular todo el torneo y fuimos campeones, me estaba equivocan- do de posición (risas). Todo se nos daba, hicimos una liguilla espectacular, yo jugaba de central y me- tía goles, ahí me enamoré de ser central”, comenta.
“Después del campeonato mi edad no daba más para Tercera y aquí no había Segunda, así que empecé a buscar, me fui a Pachuca y a Puebla, pasé los filtros, pero no quedaba. Así que hablé con mi papá y me metí a la Universidad”.
Otra vez pensó en el retiro, pero el destino le volvía a decir que no, y jugando un sábado en la Colonia América de Juarez, recibe una llamada de su primer entrenador de Copa UAT, “El Pánuco”, quien lo invitó a hacer pruebas para una Segunda que tendría Correcaminos.
Fue y se quedó.
DEBUTÓ CON EL CORRE EN EL MARTE
Dos años después, a sus 20, ya hacía interescuadras con el equipo de Primera “A”, “Era feo, los jugado- res viejos eran duros, te decían de todo, antes no era como hoy, te tiraban con todo y era muy fuerte psicológicamente. Pero si no podías con eso, ¿con qué ibas a poder?”.
Su carácter se forjó y un día le informaron que por fin firmaría contrato con el primer equipo de Correcaminos, el sueño cada día estaba más cerca.
“Me llamaron para que acudiera a Rectoría para firmar, iba a entrenar con Primera y jugar en Segunda, yo ganaba $1,750 a la quincena, veo la carpeta y aho- ra ganaría $2,000 a la quincena, solo $250 pesos más
DANIEL RÍOS
EXPRESO-LA RAZÓN
FOTOS: ALAN TOVÍAS
NARANJA DE CORAZÓN