La pobre (pobrísima) militancia del PRD no sabe a qué atenerse. Primero aplaude la inconformidad de la dirigencia respecto del rechazo a Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles como aspirantes formales a la candidatura presidencial; después celebra el llamado de este último para que el partido vaya con abanderado propio al proceso del 24 y ahora debe aceptar el seguir perteneciendo a la alianza maldita a pesar de la humillación recibida.
Jesús Zambrano, el dueño de la franquicia, reculó por temor a quedar solo siendo que para él y el grupúsculo que lo acompaña, PAN y PRI lo son todo. El apoyo de la organización que controla apenas llega al uno por ciento lo que para efectos políticos significa menos que nada. Lo importante en este caso es mantener apariencia de unidad cuando es público que a los respectivos liderazgos les corroe la ambición por obtener las prerrogativas correspondientes. Lo importante es apropiarse de recursos públicos para seguir disfrutando las delicias del ocio pagado generosamente por los contribuyentes, es decir por usted, él, nosotros, vosotros y ellos(as). Y ni modo que sea invento.
El PRD fuera de la coalición diabólica no es nada, nadita de nada, por lo que no está en condiciones de desperdiciar las migajas que tengan a bien arrojar Marko Cortés y Alejandro Moreno Cárdenas. Es un asunto entre cúpulas y nada más. De ahí que la escasa militancia esté desconcertada (que no debiera conociendo al mentado Zambrano forjado en el turbio drenaje de la corrupción. Recordad que fue firmante entusiasta del llamado “pacto por México” que legitimó las reformas “estructurales” de Peña Nieto que casi acabaron con el país).
El columnista se atreve a afirmar que la base perredista también se encuentra indignada. (Nota.- en lugar de indignada quise escribir “encabronada” pero me abstuve para no echar a perder el júbilo que despierta el retiro de esta inche canícula que unida al méndigo “niño” ya nos tiene hasta la progenitora). Perdón “por el desvarío”, como decía mi sagrada abue que el Creador la debe tener a la diestra cual consejera de asuntos difíciles. Uno de ellos el de Cabeza de Vaca tundido por la realidad de que ya no es lo que fue ni será lo que pretendió ser. Sea que regresa al mundo de los mortales, digo, si es que aprendió la lección.
De manera que al PRD no le quedó más remedio que seguir formando parte del amasiato antinatural con el PAN y PRI como única forma de sobrevivir, aunque solo sea hasta junio del próximo año en que, al igual que el tricolor, estará en riesgo de desaparecer no solo por la ausencia de partidarios sino por la pérdida de la esencia ideológica que alguna vez lo identificó como esperanza de cambio. No olvidéis que entre los fundadores estuvieron Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y por supuesto Andrés Manuel López Obrador quien fue dirigente nacional y candidato presidencial en el 2006 siendo víctima del fraude electoral operado por Vicente Fox a favor de Felipe Calderón.
POR DISCURSO NO QUEDA…
Recién Beatriz Paredes se dejó caer con una frase en busca de inmortalidad. Dijo la priista: “AMLO es un accidente histórico” y como que el mundo fue sacudido por tan contundente afirmación. La ex dirigente campesina cómplice de Salinas de Gortari en la privatización del ejido olvida que los sexenios gobernados por su partido al igual que los encabezados por el PAN fueron la desgracia de México por lo que la mayoría decidió mandarlos al infierno sin boleto de regreso.
La tlaxcalteca es de las que perdieron el respeto por la ciudadanía desde hace tiempo. ¿Acaso las 22 gubernaturas de Morena, y las mayorías de las cámaras de diputados y senadores también son “accidentes”?. ¡No manches Bety!. Ya verás que en el 24 tendrás que tragarte tus palabrotas producto de la desesperación por la derrota anunciada.
Paredes debiera avergonzarse de ser parte de la comparsa manipulada por la minoría rapaz enriquecida a la sombra del poder y no culpar a la historia del proceso transformador de las conciencias mexicas.
SUCEDE QUE
Este martes Arnulfo Rodríguez Treviño tendrá festejo masivo con motivo de su cumpleaños en el auditorio “Rodolfo Torre Cantú”. ¿Lo acompañará Lucía Aimé?
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA