Recuerdo que dos direcciones del Supremo Tribunal de Justicia, desde ANA TERESA LUEBBERT GUTIÉRREZ, RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES y ALEJANDRO ETIENNE LLANO, se encargaban de abarrotar y darle brillo a la agenda del Poder Judicial de Tamaulipas.
Por un lado, la Dirección de Informática, en la que aún permanece el ingeniero ARCENIO ARMANDO CANTU GARZA, apoyando el crecimiento institucional con la creación de salas y juzgados, además de la innovación tecnológica en tiempos de ETIENNE LLANO, periodo en que se impulsó el acercamiento del Poder Judicial a las y los justiciables por la vía electrónica.
Y por el otro, la Dirección del Centro de Actualización Judicial, desde EMMA ÁLVAREZ CHÁVEZ y enseguida JUAN PLUTARCO ARCOS MARTÍNEZ, con audiencias en la Presidencia para promover el mejoramiento y la calidad de la impartición de justicia a través de la capacitación.
Desconozco cómo les fue a estas dos direcciones durante las presidencias de ARMANDO VILLANUEVA MENDOZA y HORACIO ORTIZ RENÁN.
Lo cierto es que, desde LUEBBERT GUTIÉRREZ y hasta ETIENNE LLANO, ambas direcciones fueron los pistones que movieron la maquinaria del Poder Judicial y le dieron lustre.
Una de ellas, el Centro de Actualización cambió de nombre y ahora se llama Escuela Judicial y la dirige ABELARDO PERALES MELÉNDEZ, ex Consejero Jurídico de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
Es decir, la Escuela Judicial del Supremo Tribunal de Justicia está en manos de quien, por lo menos, estuvo al tanto y consintió cada una de las iniciativas enviadas por CABEZA DE VACA al Congreso del Estado, incluyendo aquellas que hoy le causan problemas al Poder Ejecutivo Estatal.
Viene a cuento lo anterior, porque en su edición del pasado jueves 20 de julio, el Periódico Oficial del Estado publicó el Acuerdo General 22/2023, aprobado por el Consejo de la Judicatura.
Presidido por el Magistrado DAVID CERDA ZÚÑIGA y teniendo a ARNOLDO HUERTA RINCÓN como Secretario, el Consejo aprobó el 12 de julio pasado, el “Reglamento para el Funcionamiento de la Escuela Judicial”.
Que entrará en vigor el próximo primero de agosto, abrogando el Reglamento publicado el 24 de noviembre de 2016, dos meses antes de que HERNÁN DE LA GARZA TAMEZ renunciara a la presidencia, para entregarla al cabecista HORACIO ORTIZ RENÁN, quien en ese entonces era “RENÁN HORACIO ORTIZ”, como se lee en el POE del 19 de enero de 2017.
Integrado por 83 artículos, por 68 del viejo Reglamento, el nuevo señala las ocho áreas que conforman a la Escuela que dirige PERALES MELÉNDEZ, el mismo número que con JUAN PLUTARCO ARCOS MARTÍNEZ, pero con nombres diferentes que a continuación señalo.
A diferencia de la Escuela Judicial heredada por HORACIO ORTIZ RENÁN, ahora el Comité tiene el apellido expreso de “Académico” y su jerarquía queda definida con mayor claridad.
Presidirá a dicho Comité es el Consejero o Consejera de la Judicatura que tiene a su cargo a la Escuela Judicial, en este caso ANA VERÓNICA REYES DÍAZ, apoyada por JOSÉ ÁNGEL WALLE GARCÍA.
En la nueva conformación de la Escuela Judicial se habla de “Departamentos” y no de “Unidades”, incluyendo a un “Encargado del Campus”, manteniendo las áreas administrativas y académica, pero dejando fuera del colegiado a la persona titular de la Biblioteca.
Con PERALES MELÉNDEZ, la Escuela Judicial tendrá un “Departamento de Desarrollo de Productos Académicos” y otro de “Innovación Tecnológica”, así como un “Departamento de Vinculación” que no estaban en el organigrama en tiempos de JUAN PLUTARCO ARCOS MARTÍNEZ.
Seguramente, la proyección de la nueva Escuela Judicial y el cumplimiento de sus fines, exigirá mayores recursos que tendrán que solventar las áreas que dirigen HUMBERTO RANGEL VALLEJO (Finanzas), ÁNGEL ALFREDO JIMÉNEZ RAMÍREZ (Administración) y, de ser necesario, ALEXANDRO DE LA GARZA VIELMA (Fondo Auxiliar).
“No sé si sea mucha estructura, pero vale la pena meterle al área”, comentó un distinguido abogado que conoce al revés y al derecho, el funcionamiento del Supremo Tribunal de Justicia, valorando positivamente el esfuerzo de la presidencia de DAVID CERDA ZÚÑIGA.
Por cierto, el “vale la pena” mencionado por este jurisconsulto, me recordó la frase que utilizaba ANA TERESA LUEBBERT GUTIÉRREZ en sus informes de labores: “Vale la pena el esfuerzo”.
Así decía la entrañable abogada de Reynosa, cuya presidencia representa el punto de inflexión entre el viejo y el moderno Poder Judicial de Tamaulipas.
Honor a quien honor merece.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES