Por la forma en la que se ha desarrollado el proceso interno del Frente Amplio por México, el PRI ha cobrado un impulso que, para ser honestos, pocos veían venir.
A pesar de sus fracasos electorales que lo tienen convertido en la cuarta fuerza política del país, el Tricolor adquirió una relevancia inesperada en la recta final de la selección del candidato presidencial de la oposición.
La Senadora Beatriz Paredes se ha convertido en un dolor de cabeza para el ala más “ciudadana” del panismo que impulsa la candidatura de Xóchitl Gálvez, y para la dirigencia formal de ese partido que había puesto sus fichas desde hace muchos meses en Santiago Creel.
La eliminación de Enrique de la Madrid, y la clasificación a la final de dos panistas y una priísta conforman un escenario favorable para el PRI.
Desde que se dio la voz de arranque para que los aspirantes del Frente buscaran las firmas ciudadanas, el CEN bajó a los comités estatales la orden para que se impulsara a Beatriz Paredes y De la Madrid.
La intención: llegar a la recta final con suficientes fichas en la bolsa para que, si Xóchitl resulta ser la candidata, el PRI pueda reclamar la mayor cantidad de candidaturas posibles dentro de la alianza.
Pero acaso de manera involuntaria, el plan salió mejor de lo esperado.
Con dos azules en la terna final, flota en el ambiente político la posibilidad de que el voto panista se divida entre Xóchitl y Creel, y esto beneficie a la priísta Paredes, quien además obtuvo buenos resultados en las últimas encuestas, incluso con un empate técnico en los sondeos realizados en viviendas.
Ahora, en los primeros días del mes de septiembre, el Comité Organizador del Frente Amplio por México realizará la prueba final para elegir a su candidato a la Presidencia de la República.
Aplicarán un método híbrido de consulta directa y encuesta, que no ha sido explicado a detalle, pero que permitirá -hasta donde se sabe- que participen todos los que se registraron en la plataforma digital y firmaron para cualquiera de los aspirantes originales.
Ahí es donde se pone interesante el asunto, porque pese a su debacle electoral, el PRI habilitó su estructura electoral para participar en el proceso del Frente, y lo hizo de manera abundante.
Es decir, contrario a lo que pudiera pensarse, Xóchitl no tiene la candidatura en la bolsa.
Ahora bien, ¿es posible que la presión ciudadana sea de tal magnitud que el PRI y el PAN, terminen por comprar -y aceptar- la idea de que sólo Gálvez puede ganar la elección presidencial?.
Sí es posible, pero en ese caso, el PRI sabrá vender muy caro su respaldo. Y la moneda de cambio, faltaba más, serán las candidaturas de la Alianza opositora en todo el país.
Por eso, en Tamaulipas no son pocos los priístas que en los últimos dos días ya reclamaron para su partido la candidatura al Senado.
Anote en la lista de aspirantes a dos que de hecho, ya levantaron la voz: Edgar Melhem y Ramiro Ramos Salinas, pero también a otras figuras como Montserrat Arcos, quien sería la elegida si se define que la candidatura de Tamaulipas corresponda a la cuota de género.
Claro está, los panistas tamaulipecos no van a aceptar con tranquilidad esta posibilidad, sin dar la pelea.
En conclusión, vienen días interesantes para el país y para el estado. El futuro está a la vuelta de la esquina.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES