El Registro Federal de Contribuyentes (RFC) es importante para realizar toda clase de trámites. Incluso es muy común que dicho documento sea solicitado en la obtención de un nuevo empleo, credito bancario o presentar declaraciones en el SAT. Sin embargo, también es utilizado para adquirir facturas de compra.
Primero debemos conocer que el RFC es un identificador compuesto por números y letras. Es irrepetible y se asigna a personas físicas y morales que realizan actividades económicas en México. El anterior documento es importante para realizar transacciones comerciales, presentar declaraciones fiscales u obligaciones tributarias.
¿Pierde validez o caduca?
De acuerdo con información oficial, el RFC no requiere ser remplazado o renovado, por lo que se tramita una vez. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha recalcado que no caduca y no existe ninguna necesidad de volver a obtenerlo. Sin embargo, las Constancias de Situación Fiscal si pueden desactualizarse.
El anterior documento contiene las características tributarias del contribuyente, agregado el RFC. En un escenario en el que una persona cambia de domicilio deja su régimel fiscal o modifica sus obligaciones. Entonces dejará de ser útil y algunos trabajos o procesos piden la actualización.
¿Cómo conocer mi RFC?
Para conocer tu RFC lo único que debes tener a la mano es el CURP y es que el portal del SAT tiene a tu disposición una herramienta online que te permitirá conocer el registro con ese único requisito. Para ello debes de acceder a la plataforma e ingresar los datos correspondientes.
Si ya hay una inscripción, entonces aparecerán los datos del contribuyente. En caso de que no se muestre es porque probablemente aún no te das de alta. Si todavía no realizas ninguna actividad económica ni tienes productos en el banco, puede que necesites inscribirte al RFC.