Personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, realiza una vigilancia para evitar la venta de peces muertos, tanto en la laguna del Carpintero como en el canal de la Cortadura.
El objetivo es que no terminen en negocios como bares y cantinas para el consumo humano.
Nicolás Berumen Avalos, titular de la COEPRIS, dijo que recientemente acudió a la laguna para efectuar un recorrido y verificar todo lo relacionado a la mortandad registrada en ese vaso lacustre.
Señaló que el problema fue ocasionado por diversos motivos.
“Me prestó el municipio una lancha turísticas y cuento dentro del equipo con una bióloga, es debido a las altas temperaturas por el calentamiento del agua, a la presencia de agua salada que entra por el río Pánuco porque los niveles bajan por la falta de lluvia y eso trae como consecuencia que los peces no aguanten y mueran”, mencionó.
“Hemos ido a checar que vayan y los retiren inmediatamente para que las personas no los puedan agarrar y también para que no den mal aspecto ni mal olor”, indicó.
Comentó que en la vigilancia trabajan conjuntamente con otras autoridades.
Benigno Solís/La Razón