Pepe ‘Pelochas’ circulaba por la avenida Zeferino Fajardo muy quitado de la pena, de camino a casa de su suegra quien reside allá por la ‘4’.
Al llegar al bulevar Emilio Portes Gil, el sabroso aroma de una pollería lo sacó de sus pensamientos. Continuó su camino de frente y tras pasar una curva donde se ubica una subestación de la CFE, se topó con brillo de la torreta de una patrulla de tránsito, cuyo agente le indicó que se detuviera.
Pepe obedeció la orden y encendió sus intermitentes. Muy cortésmente el uniformado se identificó con sus credenciales. – Buenas tardes amigo, lo voy a infraccionar por sus placas vencidas – le informó a José el tránsito, y le pidió ver sus documentos. Pepe accedió y le entregó su licencia de conducir. – ¡Ah pero si trae placas! – dijo en voz alta el agente.
“Yo me dije ¡ah cabrón! pues no que me iba a infraccionar por las placas vencidas, y pensé, no pues algo aquí no anda bien” cuenta Pelochas al Caminante. – ¿Y qué hiciste? – Cuando vi que el tránsito titubeó, saqué el celular y empecé a grabar, porque el motivo de la detención no estuvo claro desde ese momento.
Luego me dijo que efectivamente me iba a infraccionar, no por no traer placas, sino por traerlas vencidas. – ¿Y te entregó la boleta con la infracción? – preguntó el vago reportero. – No solo eso, me retuvo la licencia de conducir, y es que para cuando reaccioné, él ya la traía en la mano.
– ¡Úchala! ¿y que pasó después? – Le pregunté si sabía de cuánto era la multa y me dijo que alrededor de 200 pesos, y que además tenía que solicitar un permiso para circular. – ¿Un permiso? pero si traes placas. – Exactamente, todo eso me pareció muy raro. Total que ya me dejó ir y ahí iba yo molesto y frustrado, y llegando a casa de mi suegra me puse a ver la boleta de la infracción, ahí vienen varios cuadritos o casillas para especificar el motivo de la sanción, pero no estaba el de circular con placas vencidas.
– ¿Entonces hay una inconsistencia en la infracción? – Así es – dijo Pelochas – y fue cuando decidí inconformarme por eso. – ¿A dónde acudiste? – Fui a la presidencia a buscar el órgano de control interno para presentar mi queja, pero no supe dónde era, le pregunté a un conocido de ahí mismo, y me dijo que fuera al tribunal de justicia administrativa que está en el 19 Hidalgo. – ¿Y como estuvo? ¿atendieron tu queja? – Yo iba ‘bien león’ con un escrito citando el reglamento y un montón de argumentos, pero ya estando ahí quien me atendió, que por cierto fueron muy atentos conmigo, me explicaron que efectivamente yo tenía razón, pero que mas que una inconformidad o queja, debía yo demandar al departamento de tránsito ante la contraloría, porque lo que ocurrió realmente fue un abuso de autoridad.
– Osea que te dijeron como debía ser el proceso – dijo el Caminante. – Así es, ya con ese acompañamiento… – ¡Ah que bonito hablas mi ‘pelochas’! – ¡Gatumadre… jajaja! total que llevé el escrito ya corregido, y ahí me la llevé mas o menos como un mes. – ¿Y en qué acabó? – Pues gané la resolución y me tuvieron que regresar la licencia y me cancelaron la infracción, osea a final de cuentas valieron la pena las ‘vueltas y vueltas’ que tuve que dar para lograrlo, la verdad es muy engorroso, …ya al último me andaba arrepintiendo.
– Híjole mi Pepe, y la verdad es que hay muchas personas que pasan por lo mismo y ni siquiera saben a donde acudir o como solicitar ese tipo de trámites – En eso mismo me quedé pensando, porque imagínate a tantas personas que les hacen lo mismo. Yo me mantuve firme pero hay quienes no tienen la paciencia necesaria y mandan todo a la chingada …y eso que lo mío fue algo sencillo, nada comparado con una mujer que sufre una violación, o a quien le desaparecieron un familiar, o que extorsionaron, y tienen que andar y yendo y viniendo sin que la autoridad te ‘pele’.
– Oh si, conozco casos de esos en que el afectado termina siendo revictimizado. – Exactamente, pero bueno, mi caso fue algo muy muy leve, me llevó solo un mes, fue un fastidio, pero duró relativamente muy poco, en cambio hay quienes tienen años buscando justicia y simplemente no lo consiguen – dijo Pelochas.
Los representantes de la autoridad, al igual que todos los funcionarios públicos están sujetos a una ley, y siempre que se desempeñen de manera incorrecta pueden ser sujetos a investigación o ser sancionados. Ojalá haya más personas como Pepe, que no se quedaron con el simple entripado y ejerzan su derecho a inconformarse, y a proceder de acuerdo a la ley. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA