En marcha ya el proceso electoral en el marco del cual deberán seleccionarse a los nuevos titulares del Ejecutivo federal y nueve gubernaturas, la de la Ciudad de México entre otras, nada parece estar más claro hoy que ni al más alto nivel gubernamental del oficialismo ni de la oposición partidista, con excepción de la Presidencia, se tiene una relativa certeza sobre la identidad de quienes habrán de representarles en los comicios de junio próximo.
La complejidad es mucha, es cierto.
Hablamos de más de dos mil cargos públicos en disputa y de la incuestionable exigencia de que, al menos, alianzas, coaliciones y/o partidos intenten “balancear” el número de hombres y/o mujeres postulados a las más diversas posiciones lo que, huelga insistir, no parece en forma alguna sencillo ni al interior de las diferentes fuerzas ni, mucho menos, si insisten en llevar sus acuerdos a nivel local. Y no, porque, así como está más que claro que al interior de la alianza Juntos Haremos Historia –de Morena, PT y PVEM– sólo una voluntad definirá la lista a proponer, en el Frente Amplio por México, que agrupa a PAN, PRI y PRD más un número creciente de organizaciones civiles asociadas, la discusión de sus abanderados deberá pasar por tres y/o cuatro “filtros”, en el mejor de los casos.
Supongamos, sólo a nivel gubernaturas y sin más propósito que ejemplificar lo que podría suceder que Acción Nacional (Marko Cortés), en cuanto que, como “fuerza preponderante” en el Frente, decida definir candidatos en los tres estados AAA en juego –Guanajuato, Ciudad de México y Puebla, como de hecho lo hizo ya en Yucatán, donde determinó que ahí irá el alcalde Renán Barrera– e invite a los otros signatarios de la coalición a mantener ésta. ¿Aceptarán el Revolucionario Institucional (Alejandro A(m)lito Moreno) o el casi inexistente de la Revolución Democrática (Jesús Zambrano) jugar bajo esas reglas? ¿Contarán con personajes, hombres y/o mujeres idóneos para asumir las candidaturas que finalmente les sean asignadas al interior del Frente? ¿Así nomás?…
El asunto, insistamos, no está en forma alguna sencillo y, sin lugar a dudas, eso se evidenciará a la hora de formalizar acuerdos a nivel estatal/local y, claro, candidaturas específicas…
POR ENRIQUE ARANDA