Aunque para muchos fue sorpresa que, ya como virtual candidata de Morena, Claudia Sheinbaum se haya decidido por Omar Hamid García Harfuch para la Jefatura de Gobierno, la verdad es que era una jugada cantada; no la vio quien no la quiso ver.
Porque tras el destape del exsecretario de Seguridad Ciudadana para defender el proyecto oficialista en la capital del país, quedó claro que él siempre fue el candidato de Claudia y que tuvo cuatro años para pulirlo.
Cierto que siempre hubo la duda sobre si Andrés Manuel López Obrador lo aprobaría, por su presunta cercanía con Genaro García Luna, pero el Presidente es muy pragmático y estuvo midiendo a los suspirantes de su partido.
Sus encuestas le indican que, de todos, Omar Hamid es quien tiene más posibilidades de triunfo, por lo que le dejó la decisión a Sheinbaum. Eso sí, con una recomendación que, al parecer, la funcionaria no había aplicado en su anterior encargo, y por eso falló.
Le recomendó decidir con la razón, antes que con el corazón, y no arrepentirse. Con esa sugerencia le entregó el bastón de mando para continuar su proyecto transformador.
Quizá con García Harfuch a Claudia se le junten estas dos cosas, pues en cuatro años forjaron una estrecha relación, y la medición de sus posibilidades, sumadas a la afinidad que se tienen, dieron como resultado la candidatura.
Aunque aún no se ha oficializado, Omar Hamid trabaja ya en dos casas de campaña con sus colaboradores cercanos, delineando la estrategia que seguirán en el proceso electoral rumbo a 2024.
Esta primera decisión de Sheinbaum –la más importante hasta ahora– le dio oportunidad de enviar un mensaje al interior del partido: ahora la que decide es ella, como dijo el Presidente, y como muestra destapó a su favorito para la CDMX.
Y es que, apenas unos días después de que ganara la encuesta, al menos dos de las corcholatas perdedoras, además del líder de Morena, buscaron a López Obrador para negociar con él sus intereses, luego de la derrota.
Ellos fueron Mario Delgado, quien le pidió ser candidato a jefe de Gobierno; Adán Augusto López Hernández, quien deseaba la presidencia de Morena, y Ricardo Monreal, que también ansiaba la candidatura de la CDMX.
A todos les dio la misma respuesta: “La coordinadora es Claudia; ella decide ahora”, y los remitió con la exjefa de Gobierno, quien a todos les negó sus peticiones.
Por eso, al anunciar que se bajaba de la contienda por la ciudad, Monreal habló de un “cambio en la interrelación de fuerzas en el partido”, que lo obligaban a tomar esa decisión, porque era obvio que el elegido había sido Omar Hamid.
Y para que no se le salieran del huacal, días después la doctora nombró a Adán Augusto como coordinador político de su campaña, y al zacatecano le dio el área de Organización de la misma; excelente decisión, pues la doctora no tiene buenos operadores.
POR ADRIÁN RUEDA