Desde antes, ya en 2017, se notaba que Andrés Manuel López Obrador tenía una notable predilección por Tamaulipas y en particular, por personajes a los que lo ligaba una relación de afecto entrañable, de años atrás.
El lazo entre López Obrador, entonces aspirante presidencial por tercera ocasión y Américo Villarreal Anaya quedó claro en enero de ese año, cuando encabezó un evento al que se sumaron políticos y ciudadanos de las más diversas corrientes tamaulipecas, al proyecto del ahora Presidente.
Américo fue luego propuesto por Andrés Manuel como candidato al Senado y en una campaña intensa, se convirtió en Senador. Después vino una travesía que lo colocó como abanderado de Morena a la gubernatura y ganó un proceso electoral en el que enfrentó una dura competencia por parte de la administración estatal, más que con su adversario partidista.
A partir de entonces se reafirmó la buena relación entre Américo y Andrés Manuel, quien en menos de un año visitó Tamaulipas más que en los primeros tres años de su mandato. Es una señal de los nuevos tiempos y del cambio en la relación personal e institucional.
Hoy, nuevamente se reitera esa cercanía que se ha notado en varias ocasiones después del triunfo de Américo, el año pasado. Por ejemplo, este martes el gobernador tamaulipeco habló en nombre de los mandatarios del país en el evento efectuado en Palacio Nacional en el que la Federación formalizó un convenio de colaboración en materia de salud -con el sistema IMSSS-Bienestar-, con todas las entidades.
Haber sido elegido para dar el mensaje en el evento habla de la alta estima que el Presidente le tiene a Américo, quien además como titular de la Comisión de Salud en el Senado estableció acuerdos con la mayoría de los gobernadores para facilitar mejor su trabajo en esa área.
Quienes saben de la relación sostienen que Américo es uno de los favoritos de López Obrador porque su relación no sólo es institucional y política, sino que se remonta a los años en los que el padre del actual mandatario -Américo Villarreal Guerra-, era Subsecretario de Recursos Hidráulicos y le tocó coincidir varias veces con un joven Andrés Manuel, en Tabasco.
Algo más interesante aún es que esa relación personal y política de confianza entre el Presidente y el gobernador tamaulipeco ha trascendido ese círculo y llega hasta el equipo cercano a Claudia Sheinbaum, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, lo que la hace la virtual candidata presidencial morenista.
Ese tipo de distinciones hacia Villarreal por parte de López Obrador y de su círculo cercano confirman que a partir de la llegada de la Cuatroté a Tamaulipas, el estado atrae más la atención de empresas, políticos y de la sociedad civil, que ve cómo han ido cambiando las cosas en apenas un año.
POR TOMÁS BRIONES
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