Marcelo Ebrard supone que es imprescindible para el país. De ahí su protagonismo que ha terminado por aburrir. Ahora solo resta que renuncie a Morena y hacer fila en lo sobrante de la alianza maldita buscando acomodarse en algún cargo de elección. Pudiera ser el triste destino de quien desde la cancillería escribió importantes capítulos que prestigiaron al gobierno de AMLO tanto a nivel nacional como internacional.
Durante la pandemia Marcelo fue clave en la obtención de vacunas. Y es que, sin medir distancias y salvando toda clase de obstáculos, buscó y encontró el medicamento en los rincones más apartados del mundo sin detenerse en el costo económico. Eso no lo olvidamos como tampoco la dignísima participación en las crisis políticas en algunos países latinoamericanos. Bolivia, por ejemplo, donde Evo Morales fue literalmente salvado de las garras de los conservadores que mediante un golpe de estado violentaron la decisión mayoritaria a favor de un régimen popular.
Ebrard fue en su momento, el más valioso funcionario de la 4T, sea con méritos suficientes para convertirse en el próximo presidente. Solo que la política tiene reglas y en este sentido Morena procuró aplicarlas enfrentando los riesgos, como fue consultar a militantes y simpatizantes de manera abierta para evitar suspicacias, malas interpretaciones o lo que vulgarmente llamamos “dedazo” presidencial.
El resultado es conocido y al mismo se atuvieron quienes participaron en el proceso interno para fortalecer la unidad en torno a Claudia Sheinbaum, virtual candidata y sucesora indiscutible de Andrés Manuel. Solo Ebrard se rebeló bajo diversos argumentos que conforme transcurren las semanas y los meses, se diluyen como sombras en un castillo abandonado.
De manera que el ex canciller ya poco tiene que hacer en Morena, en tanto su futuro parece un túnel donde a la distancia no se aprecia claridad alguna. A pesar de ello promete a sus fans hacer un pronunciamiento en cualquier momento “que sacudirá” los cimientos del sistema. Por supuesto no sabemos a lo que se refiera, pero sí entendemos que trata de salir de la trampa en que cayó por sobrevalorar su papel en la época que vive el país.
Es una lástima que Ebrard ahora no haya interpretado fielmente los objetivos de la 4T, uno de los cuales tiene que ver con el poder que adquiere sentido solo cuando se pone al servicio de los demás. En este caso pareciera que le ganó la ambición por obtener el cargo más importante de la república. Es una obsesión que lo obnubila y coloca al lado de los adversarios de AMLO que obviamente aprovechan la circunstancia para atacar al supremo gobierno.
El asunto es que ME ya no cabe en Morena, Y deje que su situación se agrava desde que Samuel García, el locuaz gobernador con licencia de NL decidió participar y convertirse en el abanderado de MC en la próxima elección presidencial. Total, puras mortificaciones.
SOLO ACEPTAMOS BUENAS NOTICIAS
Por otra parte, difícil jornada espera este viernes al director de Conagua Germán Martínez (no confundir con el homónimo empoderado por Morena el que sin escrúpulos ahora se dedica a morder la mano de quien lo hizo senador y director del IMSS). Difícil, digo, si es que el funcionario señalado cumple el compromiso de visitar Tamaulipas.
Y es que por principio tendrá que responder a los cuestionamientos de unos 4 mil usuarios del norte que esta temporada quedarán impedidos para sembrar después de que la dependencia bajo su mando canceló el trasvase de “el Cuchillo” a la presa “Marte R. Gómez” con argumentos a modo para quedar bien con autoridades y empresarios del vecino estado de NL. Más vale que el individuo en cuestión traiga buenas noticias, incluida la debida indemnización a quienes por interpretación torcida del convenio de 1996 resultan seriamente perjudicados.
¿Mencionará algo positivo respecto de la construcción de la segunda línea del acueducto “Vicente Guerrero”-Victoria?. A lo mejor Germán Martínez nada más viene a hacerle al chistoso o al Tío Lolo, que pa’l caso es lo mismo. De ser así, que prontito regrese por donde vino porque “la raza” está bien encabronada. Disculpe, pero es la “puritita verdá”.
SUCEDE QUE
Este año el gobierno de Américo Villarreal Anaya cerrará con finanzas sanas. Que diferencia de la forma en que los panistas entregaron la administración, sin dinero siquiera para cubrir sueldos de la burocracia y tan saqueada que las autoridades hubieron de solicitar 2 mil 500 millones de pesos a los agiotistas de la banca privada, debido a la mezquindad del secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O quien dio la espalda a la promesa presidencial de anticipar participaciones correspondientes al estado. (“Gacho el bato”, como dijo aquel).
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA