TAMPICO, TAMAULIPAS.- Hoy Rosmary con su esposo Carlos y sus dos hijos deambulan por las calles de Tampico pidiendo dinero para juntar y continuar su viaje a Estados Unidos.
Viene con toda su familia, sus hijos Luna y Eduar de 4 y 8 años, solo cargan con un par de mochila donde tienen los necesarios.
“Voy para Estados Unidos, con el favor de Dios, él es el que nos acompaña, gracias a Dios estamos acá, ha sido una travesía muy dura, ha sido un viaje muy duro” señaló la joven de 26 años, mientras la gente le da dinero en la esquina de la calle Altamira con Olmos.
En el mes de agosto abandonaron Venezuela para emprender esta travesía y no van a parar hasta no lograr su objetivo.
“LLevamos tres meses de travesía, la selva es muy fuerte, fe ahí muchos salen heridos, otros salen heridos, nosotros somos cuatro y salimos bien,ahí nos encontramos amigos y ahora somos dos familias”expresó.
Lleva a su nata valencia tatuada en su corazón, aún recuerda sus hermosas playas, las cuales, tal vez, nunca en su vida volverá a ver, por qué no piensa regresar a Venezuela.
Relata que en su pueblo no el dinero no alcanza , más que para “malcomer” , por eso decidió huir y vivir esta aventura , y lleva 90 días soñando con llegar a Estados Unidos.
“Es muy duro vivir en nuestro país, por eso nosotros decidimos salir huyendo, mi sueño es llegar a Estados Unidos y darle una buena vida a mis hijos” mencionó.
No sabe ni a donde llegar, pero ella quiere pisar suelo americano, para poder encontrar trabajo y sacar adelante a sus hijos.
Por Por Mario Prieto.