CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Ayer 30 de noviembre, terminó la temporada de Huracanes y Ciclones Tropicales en el Océano Atlántico, con casi nada de beneficio para Tamaulipas aún y cuando fue una temporada muy activa en aguas exteriores.
Fue la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) quien anunció que está inició el 1º de junio del año en curso, teniendo una duración de 5 meses ó 183 días en total, en estos, se tenia la esperanza de captar suficiente agua para restablecer por lo menos a un 50 por ciento los niveles de ríos, presas, lagos y lagunas de Tamaulipas.
Pero nada fue así, y la sequía hidrológica se extendió y seguirá así hasta el 2024, afectando al consumo humano y al rubro agrícola, los dos sectores más vulnerables al estiaje.
En todo este tiempo se registraron los siguientes eventos meteorológicos que no llegaron a afectar a tierras tamaulipecas: 20 tormentas en total, siete huracanes, tres de ellos considerados mayores (categoría tres, cuatro o cinco).
De acuerdo a la agencia informativa “Meteorología Tamaulipas” (MT), esta fue la cuarta temporada más activa detrás de los años 2020, 2005 y 2021.
Pero solo quedo en una etapa activa que no cruzaba por todo el Atlántico hasta llegar al Golfo de Mexico y rodeaba toda la orilla este de la República Mexicana sin causar efectos pluviales de importancia a la región noreste donde Tamaulipas está ubicado.
Y de los dichos eventos registrados, fue en el mes de agosto cuando la tormenta “Harold” estuvo muy cercana a Tamaulipas, sin embargo, solo tocó una parte de Nuevo Laredo, cuando se había pronosticado afectaría a toda la frontera desde Matamoros hasta dicho municipio.
MT explicó que este evento “posteriormente de su impacto en tierra en la costa de Texas, se tuvo la incidencia directa de la tormenta tropical Harold en el extremo Noroeste de Tamaulipas el 22 de agosto”, exactamente en NuevoLaredo y con un acumulado de precipitación de los 102.87 mm.
Así mismo una ráfaga de viento máxima de los 70.81 km/h.
Al llegar septiembre se esperaba fuera también lluvioso y que por lo menos una tormenta tropical pegara para que los mantos friáticos y almacenes se reconfortaran de la grave situación, sin embargo, no fue así y la situación se volvió más complicada.
Las presas del Estado al igual que el sistema Lagunario del sur, se encuentran en sus peores niveles de las últimas décadas, y continúan sin mejoramiento alguno.
En este mes de noviembre han habido más lluvias que en septiembre u octubre, pero la humedad captada no ha sido suficiente para incrementar los niveles de los sistemas hidráulicos naturales y construidos.
Diciembre, enero y febrero también se espera que sean más lluviosos de lo normal debido al efecto de “El Niño”, sin embargo, no serán lluvias torrenciales que acumulen buenas cantidades de precipitación, solo serán benéficas para la vegetación más no para los almacenes.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón