En estas fechas, el marketing se convierte en el arte de envolver esperanzas y deseos en estrategias que brillan tanto como las luces de un pino de navidad, se presenta una oportunidad única para la reflexión que nos permite reconectar con quienes, por alguna razón, hemos dejado de comunicarnos.
Históricamente, las festividades han servido como un escenario para que los líderes políticos y sociales expresen su cercanía y solidaridad con el pueblo. La Navidad se ha convertido en el telón de fondo ideal para mostrar un lado más humano. Sin embargo, esta tradición también abre una ventana a la reflexión sobre la autenticidad y el impacto real de estas acciones.
El marketing político durante estas fechas invita a jugar con la dualidad de afecto y oportunidad, a enviar mensajes que quizás durante el resto del año no encontrarían el mismo eco. La clave está en la emotividad y la cercanía, sin embargo, es fundamental para el electorado distinguir entre la preocupación genuina y la estrategia electoral.
Es importante analizar las acciones y promesas de los líderes más allá de su brillo decembrino. La reflexión crítica debe ser una constante, especialmente en una época donde los sentimientos afloran y pueden nublar el juicio. ¿Cómo podemos asegurarnos de que las promesas navideñas se traducirán en acciones concretas una vez guardados los adornos y apagadas las luces?
En particular este fin de año, al estar en medio del proceso electoral más importante de la historia de México, es un momento de balance y reflexión, tanto personal como colectivo. En la administración pública, significa evaluar el progreso, reconocer los desafíos pendientes y renovar el compromiso con el servicio público. Es también una oportunidad para que los líderes reafirmen su responsabilidad y para que los ciudadanos renueven su exigencia por transparencia, integridad y resultados.
Las festividades decembrinas son más que una tradición; son un reflejo de nuestros valores más profundos y un recordatorio de nuestras responsabilidades compartidas, son un momento fundamental para establecer conexiones genuinas y demostrar un compromiso real con el bienestar colectivo. Como ciudadanos, es nuestro deber demandar que la calidez de estas fechas se traduzca en acciones y políticas que tengan eco durante todo el año.
Mientras reflexionamos sobre el pasado y miramos hacia el futuro, hagamos eco de las palabras de Mahatma Gandhi: ‘Debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.’ Que este llamado a la acción nos impulse a todos hacia una participación más activa y consciente, no solo como espectadores de la política, sino como parte del cambio que deseamos ver.
Por Eric Valdez Gómez
Consultor en Comunicación Política (Compol)
Experiencia en Campañas Políticas en México y Extranjero
Enfoque en Comunicación, Medios y Marketing Digital
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