CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En el área de juegos infantiles del Paseo Méndez, se han registrado al menos cuatro accidentes, uno de ellos grave, relacionados con un aparato destinado a niños en silla de ruedas, según informó el coordinador de Protección Civil y Bomberos Victoria.
Juan José Perales Jaramillo hizo un llamado urgente a los padres de familia para supervisar a sus hijos mientras juegan en esta atracción y respetar las indicaciones específicas para su uso.
Perales Jaramillo enfatizó que estos incidentes están vinculados al mal uso del juego, diseñado exclusivamente para niños con discapacidad motriz. El coordinador instó a los padres a leer y respetar el letrero que especifica la finalidad del aparato, recordando que su función es permitir la recreación de niños en sillas de ruedas de manera segura.
El funcionario destacó que, a pesar de los accidentes reportados, no es posible retirar el juego infantil, ya que su presencia responde a la necesidad de inclusión y respeto hacia los niños con discapacidad. Retirarlo, afirmó, atentaría contra los derechos de estos pequeños.
El caso más reciente involucra a una niña que resultó atrapada bajo el sube y baja destinado a sillas de ruedas, sufriendo una lesión en la cadera que requirió atención urgente en el Hospital Infantil.
Perales Jaramillo recordó que este no es el primer incidente de este tipo, habiéndose registrado entre dos y tres casos similares en años anteriores. No obstante, insistió en la importancia de la responsabilidad parental y el respeto de las indicaciones para evitar accidentes en el futuro.
El llamado a la conciencia y respeto hacia los juegos adaptados para niños con discapacidad es parte de una cultura de inclusión, similar a las rampas de acceso en edificios públicos y banquetas, así como los lugares de estacionamiento reservados para personas con discapacidad.
Se espera que esta advertencia sensibilice a los padres sobre la importancia de supervisar y educar a sus hijos para garantizar la seguridad en espacios de recreación inclusivos.
Por Raúl López García
Expreso – La Razón