La PROFEPA está dispuesta a colaborar con el ayuntamiento porteño, para reforzar las medidas de seguridad en la laguna del Carpintero, luego de que una persona fuera atacada por un cocodrilo tras ingresar al vaso lacustre, el pasado martes.
Daniel Gómez Hernández, Jefe de la oficina local de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, dijo que una de esa acciones podría ser la colocación de más letreros para advertir a los ciudadanos sobre el riesgo de entrar al hábitat de los saurios.
Señaló que la dependencia ya trabaja en escuelas primarias de la zona para crear conciencia entre los niños acerca del respeto a los espacios naturales.
Dejó en claro que se trató de la invasión del hábitat de una especie peligrosa, por parte de un ser humano que estaba consciente del riesgo que corría.
«Tal vez se puedan poner más anuncios, del riesgo que existe que ya hay suficientes, sin embargo, siempre va a existir el riesgo de que alguien se meta a la laguna y al final de cuentas entró al hábitat de una especie que es peligrosa, que puede causar daño y como es una especie protegida la función de la PROFEPA básicamente es la protección de la especie», detalló.
«Es un programa que se da de manera rutinaria donde asistimos a escuelas que es donde se trabaja más, en donde se les habla de las especies que hay en la zona, lo que tenemos que hacer, lo que no tenemos qué hacer, que los niños y los jóvenes vayan aprendiendo que hay especies de la vida silvestre que están en la zona urbana y que tenemos que aprender a convivir con ellas», explicó.
Además de escuelas, también han acudido a comunidades rurales para reunirse con pescadores.
Benigno Solís/La Razón