Mercantilización de la política, difuminación de las ideologías y una crisis de representatividad de los partidos, son algunos de los signos propios de la época, y que más se exacerban en el actual proceso electoral, advierte el investigador Ernesto Casas Cárdenas.
“Se han ido perdiendo las identidades ideológicas, se han ido difuminando las identidades programáticas, me parece que se ha ido exacerbando el pragmatismo”, señala como parte de su análisis, durante su participación en el podcast Tertulia de EXPRESO.
Pese a esa crítica severa al sistema político mexicano, el doctor en Política y Administración Pública, reconoce que en el 2024 el electorado tiene en sus manos la elección de uno de los dos modelos de país que se están enfrentando: uno de corte popular, con mucha presencia del Estado en la asistencia social, contra “otro proyecto que en alguna medida pretende recuperar lo que precisamente inició en la década de los ochenta, que fue este proyecto mucho más liberal, mucho más enfocado a las exportaciones, a la entrada de capital, a la inversión extranjera, a la reducción del Estado, en fin, otra lógica”.
No es la primera vez que ocurre esta competencia electoral con dos proyectos tan contrastantes. Recuerda la elección de 1988 entre Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas, la diferencia es que en aquél momento la candidatura de la izquierda, “tenía fuerza pero la estructura del Estado no estaba con él, entonces la estructura del Estado venía empujando un proyecto que ahora se denomina neoliberal y era desde el Estado, pero en cambio ahora es al revés”.
Está en riesgo el orden democrático como señalan muchos actores de la oposición? No, no pienso que esté en riesgo. Hemos escuchado esto de que está en riesgo, que se puso en boga apenas en la elección del 2006 y luego el 2012 se repitió lo del “peligro para México”.
Y pues a mí me suena exactamente a lo mismo, es una estrategia de campaña esto de que está en riesgo el sistema democrático, me suena a una estrategia de campaña de la oposición. No hay indicios objetivos para decir que el país está en riesgo.
Se habla incluso del riesgo de una dictadura en ciernes…
De las principales características de una dictadura es precisamente el que sean coartadas las garantías individuales y los derechos sociales, entonces yo no veo ninguna de ellas. Sin precedentes, hemos tenido una crítica acérrima desde la oposición a través de diversos medios de comunicación, más bien casi diría al unísono, hay que decirlo; estoy hablando de los medios tradicionales, los medios de cobertura nacional.
El otro signo, para poder hablar de una dictadura, pues es que no se pudieran ejercer los derechos elementales, es cierto que hay regiones, hay que asumirlo y hay que decirlo, lo debería asumir la autoridad, que eso es otro punto que es cierto que no se reconoce como tal, hay regiones del país donde efectivamente el ejercicio precisamente de esos derechos están en alguna medida limitados.
Pienso por ejemplo en la libertad de tránsito donde efectivamente hay dificultades, ahora se va a poner en juego el derecho a elegir y en eso es en lo que se están ahorita tratando de fundar en que ha habido ahorita más de 20 asesinatos de aspirantes a cargos de elección popular, pero lo que te quiero decir es que no es de esta coyuntura, ha sido un fenómeno histórico en nuestro país, estábamos hablando hace un momento de la elección del 88, en plena campaña asesinaron a integrantes del equipo de Cuauhtémoc Cárdenas, era ahora el otro bando, el que quería llegar al poder, entonces, no me parece que tal riesgo exista.
Sí hay zonas donde efectivamente poderes de facto están incidiendo en la vida pública de manera significativa, pero no me atrevería a decir que el sistema democrático está en riesgo, no veo datos sobre ello.
Casas Cárdenas, investigador y académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, autor de obras que escudriñan en el desarrollo del sistema democrático mexicano y la gobernabilidad del país, advierte que si bien Morena tiene muy altas posibilidades de retener la Presidencia de la República en el 2024, el verdadero reto para esa organización política vendrá después, por la falta de cuadros que puedan garantizar cierta congruencia en el futuro.
“Lo que pienso que no hizo el presidente, y eso le va a salir muy caro a Morena, y sobre todo pensando en el mediano y largo plazo, es que no se formaron cuadros, no se trabajó en el partido, no hay una formación política intensa que se haya formado, que se haya trabajado hacia el interior de la República Mexicana, y por tanto, es difícil encontrar auténticos cuadros de base en los cargos de representación popular que vengan de Morena.
Hoy por hoy los cargos en Morena están cubiertos por una gran cantidad de ex priístas, incluso algunos que otros panistas colados”. Es lo que considera, una muestra de la crisis de identidad de los partidos. “Luego está la mezcla en la coalición PRI-PANPRD, que ya se formalizó y que es una verdadera aberración, dijo Andrés Manuel, alguna vez en un pronunciamiento que hizo por allá del 2018, que es una promiscuidad, que era una promiscuidad política, intentar hacer una alianza con PRI, PAN, PRD, Nueva Alianza, Encuentro Social y tal, ahí está el discurso del presidente, sería bueno volvérselo a poner.
Esa promiscuidad que ahora ya hicieron PRI, PAN,PRD, ahora la reproduce Morena al interior del partido, metiendo en sus cuadros y candidatos a gente que viene de esos partidos, entonces ya no entendí la ecuación y lo peor de todo es que él terminaba aquella frase diciendo: ‘Morena nunca va a traicionar sus principios y Morena no hará alianza con ellos’; ahora ya no entendí porque ahora ya lo hicieron ellos”.
Esta mezcla de partidos políticos, ¿es parte de la nueva realidad de México y de Tamaulipas o se trata de algo circunstancial? La política son tiempos y circunstancias.
Los políticos y las políticas, pensando en las personas, pues están acostumbradas a las batallas sistemáticas, no hay ni triunfos para toda la vida ni derrotas tampoco, entonces bajo esa lógica yo pienso que más allá de pensar que es algo coyuntural o que es una nueva época o una nueva temporada o una nueva circunstancia yo pienso que la realidad es que es gente que vive de la política, ese es su oficio, entonces, es algo como decir: ‘oye, se cerró el changarro, bueno, pues vamos a ponerlo en otro lado, ¿no?, vamos a ver dónde me puedo acomodar’.
Cuando decíamos hace rato, palabra del presidente, de que no iba a incurrir en este pragmatismo vulgar, pues es que el punto está en que la clase política que estamos viendo actual, ese entreveramiento generacional que supuestamente iba a llegar con nueva gente, con nuevas ideas, lo que estamos viendo es que son igual de oportunistas.
Cuando en teoría la política es un instrumento, es un medio, y ellos lo convierten en un fin porque viven de él, cuál sería la única, para mí, una de las antídotos ante ello, y puede sonar utópico, pues que pudiéramos ir escindiendo, separando, dividiendo esto del ámbito económico con el político, la política está extraordinariamente mercantilizada, es excepcional que alguien vaya a la política y no esté pensado en hacer negocio.
Todas estas características del sistema político actual se traducen en un problema más grande: que los programas de gobierno rara vez terminan por materializarse.
“En teoría, nosotros votamos por un programa que un gobierno va a materializar, va a concretar, de hecho, se le solicita a los partidos políticos, a los candidatos que registren una plataforma, entonces, lo que yo veo estéril es que se convierta en un requisito para participar y después no tenga ninguna relevancia, ninguna importancia. No hay en el sistema político-administrativo de México un mecanismo de vinculación entre una historia y otra”, apunta el investigador.
Al no tener que rendirle cuentas a nadie sobre la falta de congruencia en su oferta política, “acaban haciendo literalmente lo que les da la gana”. “Hubiera sido verdaderamente impensable hace unos años que la gente que está ahorita haciendo campaña por el PAN, desde el PRI, hubieran hablado bien de ellos, cuando eran la antítesis, ¿no? Y resulta que ahora tienes haciendo campaña a la gente del PRI a favor del PAN, o tienes la aberración más extrema, en términos ideológicos, que el PRD esté haciendo campaña por el PAN.
Entonces, ¿qué te dice eso? Ya no tiene sentido votar por los partidos, porque no te representan nada, no son un referente de nada. Ahora por quien votas en teoría es más por el candidato o la candidata, y ahí entra la ironía peor: ¿Y quiénes son esos? Pues en teoría se supone que son tus representantes y en teoría tú deberías conocer perfectamente a tu representante, a tu representada, pero lo que es verdaderamente una ironía, hasta parece que es una parodia, es que estas personas se asumen en calidad de mandantes, se les olvida que son mandatarios, en su momento, cuando sean electos los mandantes somos nosotros, los ciudadanos. Podemos poner “n” ejemplos de cómo han secuestrado el sistema, lo han hecho a través de los partidos.
Y entonces vuelvo al círculo: ¿Y para qué quieres al partido si ya no es un referente? ¿Para qué te gastas miles de millones de pesos en mantener a unos partidos que ya no son referentes?, son simplemente agencias de colocación para ver quién va a competir y quién no”.
POR STAFF