Por azares de la incultura política nacional, la memoria colectiva de los debates suele retener con lujo de morbo sus detalles anecdóticos y muy poco recuerda diagnósticos o propuestas.
Entre otras historias, la modelo JULIA ORAYÉN, en cuyo escote y trasero fijó GABRIEL QUADRI una mirada voraz que parecía atravesar el grueso cristal de los anteojos, más allá de su miopía.
O también JAIME, el “Bronco”, RODRÍGUEZ, proponiendo una ley para cortar las manos a los ladrones. O la querella de PANCHO LABASTIDA reclamando a VICENTE FOX que le dijera “la vestida”.
Hasta el mismísimo VICENTE aferrado en hacer el debate lo más pronto posible repitiendo el mantram aquel de: “¡Hoy, hoy, hoy¡” Y aquella otra frase de FOX dirigida a los priístas: “Podrán decirme bocón, pero a ustedes lo ladrones no se les quita nunca”. Y la también panista JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA llamando “FELIPE GONZÁLEZ” al presidente CALDERÓN.
DIENTES AFUERA
A todo esto se suma la inexplicable sonrisa de JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ en el primer debate presidencial del domingo pasado. No paraba de reír y eso llamó la atención de las redes. Dicho está que el trainning de este muchacho no apunta hacia el ejercicio de la vida política sino al espectáculo.
Sus rutinas verbales y no verbales son las de un animador de televisión. Estilo que parece haber tomado de sus dos más cercanos promotores: SAMUEL GARCÍA y MARIANA RODRÍGUEZ.
Felicidad extraña, dada la tragedia criminal que hoy agobia al país y, en particular, a su estado natal, Zacatecas. Aunque otras observaciones añaden que (en realidad) no ríe, solamente enseña los dientes. Parecido el gesto, aunque muy distinto.
Dicho consejo de reír a perpetuidad parece tomado de los libros de autoayuda, los cursos de modelaje, el coaching de ventas. Y peor si el susodicho se autoproclama como el representante de los jóvenes mexicanos (ni tan joven, por cierto) esos que (según SAMUEL) apoyan lo “nuevo-nuevo” y rechazan a la “vieja política.”
¿De qué se ríe entonces MÁYNEZ?… Acaso él mismo no lo sepa con exactitud. La decisión de mostrar siempre su juego de incisivos, caninos y hasta premolares acaso venga del acatar una simple regla en el recetario de imagen. La expresión de felicidad (real o ficticia) como tarjeta de presentación y nada más.
¿QUIÉN GANÓ?
La pregunta es más subjetiva de lo que muchos imaginan. El electorado que discrepa con el obradorismo se pudo sentir plenamente identificado con las peroratas de XÓCHITL GÁLVEZ contra el modelo educativo vigente, el estado actual de la salud pública, la estrategia seguida contra la pandemia y el accidente en la línea 12.
Si la candidata dijo lo que la gente deseaba escuchar en todos estos rubros, el fallo de dicho sector será inapelable para decir con total sinceridad y absoluta firmeza que ganó XÓCHITL.
Los simpatizantes de CLAUDIA, en cambio, habrán visto con simpatía la habilidad para esquivar los golpes de sus contrincantes, la agilidad mental con que cambiaba de tema, cierta maestría para “responder sin responder” (pelear sin pelear) y descalificar los ataques con dos o tres clichés muy bien memorizados.
Y tan subjetiva es la pregunta que también los naranjas gritaron y celebraron el presunto triunfo de ÁLVAREZ MÁYNEZ. Buen tema: ¿habrá algún candidato, dirigente de partido, asesor, personero, que cedan a la tentación de proclamar el triunfo de manera sistemática, sin importar lo que haya sucedido en el debate?
En los tiempos del viejo PRI se decía que sus candidatos traían la constancia de mayoría en la bolsa desde el día anterior a las votaciones.
Hoy los cuartos de guerra preparan el grito de victoria, elijen quien lo va a decir, seleccionan los argumentos y hasta diseñan memes, gráficos, frases estentóreas, dibujos alusivos, antes aún de que el debate haya siquiera comenzado.
Mire usted, aquella frescura con que dicen “es claro que yo gané” o “hemos visto el triunfo indiscutible de nuestra candidata” (candidato).
Lo curioso es que lo preparan “a priori”, es decir, en tiempo anterior, previo a la experiencia. El resultado ya fue decidido por un imperativo de la propaganda. Y ningún propagandista pondrá en duda que su gallo es el mejor.
CIFRAS, CIFRAS
El canal de CLAUDIA SHIENBAUM en #WhatsApp (https://l.muz.kr/OA2) publicó una tabla con las encuestas de salida de 12 agencias nacionales, donde todas (unas más otras menos) ubican a la candidata morenista como ganadora del debate.
Empezando por LA JORNADA / DEMOSCOPÍA que puso a CLAUDIA con 64% contra 28% de XÓCHITL y 8% de MÁYNEZ. Ello mientras FACTOMÉTRICA ofrecía las siguientes cifras, en el mismo orden: 69%/26.5%/4.5%.
Para MEBA los números fueron: 69.5/21.3/6.4; en tanto ELECTORALIA anotaba: 55/25/20; ENKOL/EL PAÍS reportaba: 46/25/10 y DATALINK: 56.6/36.7/3.1.
Más resultados, ESTIMMA; 57.2/30.5/12.3; GOBERNARTE: 47/19/21; ALGORITMO: 55.7/19.5/21.9; DE LAS HERAS: 46/17/4; TRESEARCH: 56.2/25/5.6 y METAMÉTRICA: 50.2/20.7 y 22.1.
Desde luego, no son las únicas casas encuestadoras, aunque la abrumadora coincidencia en favor de SHEINBAUM resulta, por lo menos, significativa.
En la subjetividad de quien esto escribe, mi muy personal veredicto quedó escrito en la columna de este martes, desde su encabezado, donde apunté: “Empate útil para Claudia” (https://l.muz.kr/R9P).
Mire usted, ante la desventaja de dos dígitos que lleva la señora GÁLVEZ debo reiterar que la única manera de alcanzar a SHEINBAUM es mediante fenomenales golpes de audacia que (por cierto) todavía no asoman.
En lo personal, las vi muy parejas en aciertos y errores, debilidades y fortalezas, lo cual permite a CLAUDIA conservar su envidiable delantera. El empate no le sirve a XÓCHITL.
POR CARLOS LÓPEZ ARRIAGA
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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